Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

28 Mar, 2022

Regulación por actividad, ¡sean bancos o fintechs!

 

Un desafío para el sistema financiero mexicano tiene que ver con la creciente participación de entidades fintech con poca o laxa regulación sobre su operación y la digitalización creciente de los procesos bancarios, que en ocasiones se colocan en la línea regulatoria del “comisionismo” para competir contra fintechs y gigtechs.

En la 85 Convención Bancaria, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, instruyó al presidente de la CNBV, Jesús de la Fuente, para revisar el marco regulatorio y de operación tecnológica para que se inicie “una agenda de regulación proporcional y de reforzamiento tecnológico que permita hacer más expeditos los procesos de autorización” de ambos grupos.

Hasta ahora, se han autorizado cerca de 60 fintechs, se implementó la regulación para que los bancos compartan información con los otros participantes no bancarios mediante plataformas estandarizadas, pero ninguno de los dos grupos que participan en finanzas abiertas y digitales está satisfecho.

Dicen que falta que trabajen en conjunto y con relativa celeridad, bajo la coordinación de la Secretaría de Hacienda (quien tiene, por ley, la obligación de proponer el diseño regulatorio del sistema), el Banxico, que gobierna Victoria Rodríguez Ceja, y la CNBV y su equipo de supervisores normativo, técnico y de regulación, para definir las reglas bajo los cuales pueden operar los servicios financieros digitales. México no puede sustraer su sistema económico a las finanzas abiertas.

Hay apetito e inversión privada para lograrlo, el mundo de las superapps está a la puerta, pero desde 2016 a la fecha los intentos para lograrlo han provocado el cierre o venta de un par de bancos y de muchas fintech, que viven en el limbo del 8º transitorio de la ley porque la agenda normativa no es clara, ni para licenciamiento fintech ni para licenciamientos digitales en banca. El open finance reclama “piso parejo” en la regulación por actividad, donde se concilien “apertura con seguridad”, “innovación con integridad” y “competencia de mercado con capacidad efectiva de supervisión del Estado, sovereignty, le dicen”.

El ecosistema fintech ha sido el principal medio para incorporar innovación en los bancos, pero ningún modelo fintech ha salido de la sandbox, con modelos que se importan desde Argentina, Colombia y hasta Rusia, pero en México no hay proyecto alguno que pueda internacionalizarse, y no se diga de los modelos de negocio “crypto”, que se han mantenido en un terreno oscuro en términos regulatorios, a pesar de que hoy el 10% de las remesas y flujos transfronterizos caminan por esa carretera a la luz del día. ¿Será que ahora si el secretario Ramírez de la O va en serio?

  • DE FONDOS A FONDO

#Bankaool… El nombre del banco está viviendo sus últimos días, pues los socios de ésta, que pretendió ser la primera banca digital en México, cambiarán la marca, tanto como el modelo de negocios. Adquirida como parte de la quebrada Unión de Crédito Progreso (Akala) en 2016 por Brad Hanson, cabeza del Grupo Financiero Meta, con sede en Dakota del Sur, han transitado la lenta ruta de autorizaciones en México y Estados Unidos, que incluyó la adquisición de Bankaool en 2019, así como la venta de Akala en 2021.

Lanzarán la próxima semana un nuevo modelo de negocios bancario en México: financial service provider o proveedor de servicios financieros para instituciones financieras, fintechs o empresas. Branson es, desde noviembre, presidente y director ejecutivo, dejó de ser cabeza del Meta Financial Group Inc. y MetaBank, grupo con una plataforma digital potente, Supervisado por la FDIC.

Ahora lanza UauCasch, su primer producto prepagado mastercard para remesas México-EU, el primero que ofrecerá la potente plataforma tecnológica que provee de servicios y soluciones financieras a terceras partes y fintechs.

#Cobalto… La adquisición de Credijusto, de Allan Apoj, del Banco Finterra, se volvió muy difícil, porque era su acreedor (algo similar a lo de Toka con Accendo) y pasaba a ser el comprador. La autorización está casi lista. Credijusto capitaliza los 50 millones de dólares que invirtió. En la dirección general se mantiene Mark McCoy, y le cambian el nombre a Banco Cobalto, que tiene, en la red de Credijusto y una buena app captadora, la mejor forma de fondear el balance del banco. El CEO de Cobalto sería Allan Apoj y David Poritz el presidente.

 

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube