Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

23 Nov, 2020

Repatriar dólares: negocio costoso y riesgoso

 

El presidente López Obrador ha insistido en la revisión de los montos y costos de comisiones por la recepción de remesas, pero uno de los problemas que pocos le subrayan es el efecto que ha tenido sobre el negocio de la banca corresponsal el tono de ilegalidad que se le ha impreso desde 2004-2009 en México y el mundo.

Por ello, llama la atención un par de iniciativas presentadas por el Senador Ricardo Monreal, la semana pasada, para ser discutidas en este mismo periodo legislativo.

La primera tiene que ver con la prohibición a las instituciones bancarias y operadores de redes de cajeros automáticos, o dispensadores de efectivo, por cuenta de bancos, de incluir ofertas de servicios financieros (venta de créditos, seguros o productos con tarjetas o cuentas) con el argumento de que es uno de los motivos de queja más frecuentes de los usuarios de servicios financieros.

Para ello se propone adicionar un segundo y tercer párrafo al artículo 5 de la Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros, y la fracción XVII Bis al artículo 106 de la Ley de Instituciones de Crédito, para establecer que “las entidades financieras que operen cajeros automáticos tengan prohibido ofrecer cualquier servicio financiero a través de éstos, salvo que cuenten con el consentimiento expreso e informado de los clientes para recibir tales ofertas por ese medio, asimismo, se deberá informar los términos y condiciones de contratación de los productos financieros ofertados, estas disposiciones también aplican a donativos realizados mediante cajeros automáticos”.

El segundo tiene que ver con la exportación de dólares captados a través de los bancos y que, por impresionante disminución de las operaciones de banca corresponsal en Estados Unidos, se ha convertido en una de las actividades más costosas para migrantes que envían dólares en efectivo a sus familias o turistas que pagan con dólares, y también para los bancos que los reciben aun cuando cumplan con el KYC rule.

Esto porque, o pagan costos muy altos por comisión de transferencia del exceso de dólares que reciben para devolverlos a Estados Unidos y por la comisión de cambios a bancos estadunidenses para que reciban los dólares, o simplemente porque se los quedan en la panza sin poder disponer de ellos.

De operaciones en efectivo con dólares, sobre todo en la zona fronteriza norte y en zonas turísticas, los bancos captan en un año normal entre 4 mil y 7 mil millones de dólares, pero desde 2010 acabó siendo un dolor de cabeza, sobre todo por una larga historia de bloqueo de operaciones que se inició a principio de esta década con la llamada “operación Casa Blanca” y que ha derivado en el cierre progresivo de la banca corresponsal, particularmente en Estados Unidos.

El BIS, en septiembre pasado, estimó que aun cuando hay 11 mil entidades financieras conectadas al switf para que se puedan enviar y recibir divisas, en los últimos cinco años la actividad de banca corresponsal ha caído en 3.5% en corredores de cambios como el de México-EU, y se ha limitado en 2% los flujos transfronterizos en perjuicio de la inclusión financiera en muchos países. En los últimos 10 años la caída ronda el 12 y 30%. Por eso, la solución a las dificultades para exportar dólares a Estados Unidos planteada por iniciativa y presentada a finales de semana por el senador Ricardo Monreal es de llamar la atención: endosa al Banco de México, que gobierna Alejandro Díaz de León, en tanto instituto central administrador de la Reserva Federal del país y miembro de la comisión de cambios, la obligación de recibir los dólares en efectivo que capten en exceso los bancos comerciales para sumarlos a la Reserva, mediante la modificación de los artículos 20 Bis y 20 Ter de la Ley de Banxico en materia de captación de divisas.

Si avanza, podría ser una solución razonable para evitar que crezca el mercado negro de dólares (shadow payments que todos conocen, pero nadie quiere resolver), dar transparencia a su flujo y apoyar a los migrantes que traen dólares en efectivo y a los negocios turísticos que reciben dólares por su operación. Esto debiera ser llevado a FSB porque su Four Action Plan ha sido peor que ¡una llamada a misa!

 

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