Romo: del cargo al encargo

Cuando un presidente del CCE dice “¡No jodan!” en el curso de una negociación complicada y difícil con los representantes del gobierno, da la sensación de que o no está consiguiendo lo que se propuso o, simplemente, el diálogo se ha convertido en encuentro de sordos. ¿Estará pasando eso con el tema de out o insourcing?

Puede ser, pero más aún resulta desafortunado el momento, porque Alfonso Romo, quien se ha ganado el reconocimiento como interlocutor entre los representantes de organismos privados, empresarios y representantes políticos con el Presidente, en causas relacionadas con la inversión, regulación, algunas legislativas y otras de políticas públicas, etc., acordó con López Obrador dejar el cargo de jefe de la Oficina de la Presidencia, justo en esta coyuntura.

Por lo que sabemos, no transita con el equipo que encabeza la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, la petición para que no se elimine el insourcing ni tampoco la reducción o acotamiento de la PTU, temas clave para las empresas de más de 100 empleados en México.

Hay acuerdo en otros rubros ya comentados en este espacio: un periodo de transición para que la STPS emita el reglamento de la ley para el registro de empresas que prestan servicios especializados y también para eliminar algunos de los elementos penales dado que ya está en los códigos fiscal y penal el castigo por la simulación.

Se espera que el lunes, a más tardar, haya un acuerdo, pues para el martes se inicia la cuenta regresiva del cierre de periodo legislativo (15 de diciembre), por lo que, si no hay acuerdo, el Presidente ha dado la instrucción de avanzar. Si el interlocutor dejó el cargo, la negociación se vuelve más difícil si las personas en la mesa pierden la compostura pública. Al menos eso dicen por ahí.

Y a propósito de Romo. Recuerden bien que él dejó el cargo, pero no el encargo y se mantiene como “enlace con el sector privado”, encargo que no compartirá con nadie más del gobierno de López Obrador, porque el Presidente decidió desaparecer una oficina creada por Carlos Salinas en 1988, cuando asumió como titular José Córdoba Montoya. Por ahí pasaron Santiago Oñate, con Salinas; Luis Téllez, con Zedillo; Eduardo Sojo, con Fox; Juan Camilo Mouriño, Gerardo Ruiz Mateos y Patricia Flores, con Calderón; Aurelio Nuño y Francisco Guzmán, con Peña y, finalmente, quien deja el cargo, Romo.

Sin la burocracia de un cargo, sin tener que trasnochar y madrugar, no sólo Romo reganará calidad de vida, sino capacidad de gestión y libertad para seguir apoyando la agenda del Presidente con el sector privado.

 DE FONDOS A FONDO

#Aeroméxico… La delegación de pilotos de Aspa de Aerolitoral (mejor conocido como pilotos Connect, que encabeza Mario Sánchez, comenzó a presionar fuerte para mantener el compromiso de aumento salarial de 3.2 convenido antes de que Aeroméxico entrara a Chapter 11, con el argumento de que la administración había pedido 2 millones de dólares para dar incentivos de retención a algunos de sus ejecutivos clave, y decía que no tenía para respetar el incremento, por lo que los pilotos de Connect  que estaban “prestados” en áreas claves de la operación renunciaron y están convocando para revisar la relación contractual con la empresa. En primera, los 2 millones de dólares que se solicitaron para retención no incluyen el equipo de la dirección, sino puestos de segundo y tercer nivel que están siendo pirateados por otras industrias o líneas aéreas; en segundo lugar, ningún piloto de Connect ha renunciado para irse a Volaris o Viva o a otras aerolíneas, porque sus prestaciones son infinitamente superiores, y en tercera, la juez apenas definirá en enero si acepta la propuesta de retención.

Le aseguro que Apollo Management puso una condición a la capitalización y por ende, sobrevivencia de la aerolínea con sus dos filiales: un ajuste de costes extraordinario que pasa por la reducción sustancial del costo de su planta laboral, confianza y sindical. Si no hay acuerdo, pues no hay empresa.