Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

15 Feb, 2022

Servicios, depende de cambiar el covidchip

 

Un cambio interesante se produjo en el mercado de trabajo en México durante enero, pese al repunte de contagios por pandemia. Información de la Dirección de Prestaciones Económicas y Sociales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) muestra que el mercado laboral está autogestionando la pandemia y ya no requiere ni de semáforos ni de reglas de cierre temporal o parcial de actividades económicas. De antemano, gracias al equipo de Zoé Robledo por hacerme llegar la información solicitada por esta columnista sobre la diferencia entre incapacidades extendidas por enfermedad general y por covid en el mes de enero de los últimos 3 años.

Durante el mes de enero de 2022, el Instituto registró, a nivel nacional, un millón 816,103 certificados expedidos por Incapacidad Temporal para el Trabajo (ITT) en el ramo de Enfermedad General (EG), otorgados a asegurados de empresas afiliadas al IMSS, de los cuales un millón 249,177 (68.8%) estuvieron asociados a covid-19.

En este año, a diferencia de 2021, no hubo semáforo de salud, por ende, ningún decreto que obligara al cierre de actividades económicas, pero la incertidumbre ligada a la variante ómicron generó una reacción heterogénea: unas empresas postergaron el regreso laboral de tiempo completo; otras, decidieron mantener un esquema híbrido y otro más abrió. El ausentismo fue notable y autogestionado.

En enero, cerca del 6% de la planta de empleo se vio afectada por contagio de la variante ómicron en enero de 2022. El pico de contagios fue a mediados de enero, con casi 60 mil.

El año pasado, los datos fueron distintos. Para entonces, la economía enfrentó un cierre casi total (diciembre-febrero) por la beta y otro parcial (julio-septiembre) por la delta. En enero de 2021 se extendieron 849,331 certificados por EG, de los cuales 342,524 (40.3%) estuvieron vinculados a covid. Comparar enero de 2021 con enero de 2020 te muestra la inexistencia del covid. Veamos el sector servicios, que presenta mayor rezago en la recuperación económica. Fue afectado por la eliminación de los servicios laborales de terceros (outsourcing), pero también por la persistencia del home office, home school, banking onboarding, trabajo remoto de burócratas, etcétera. Es algo que está faltando medir para facilitar la normalización del trabajo y de las relaciones económicas. Vea el sector turismo: sin convenciones y reuniones, le quitan dos puntos del PIB, con el consecuente efecto nacional.

Vea el caso de servicios bancarios. De acuerdo con información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), hasta el 30 de junio pasado, los bancos comerciales contaban con 119,002 trabajadores contratados por terceros, lo que representa una reducción de 8.1% respecto a los 129,526 trabajadores que incorporaban outsourcing en el mismo mes de 2020.

¿Fue despido por outsourcing o el trabajo remoto permitió realizar ajustes en el front y back office? Lo mismo pasa con servicios educativos. Su no normalización tiene afectada la cadena alimenticia, papelería, textil, de la confección y calzado. ¿No cree que ésta debiera ser la discusión que le falta al sector privado, especialmente entre las confederaciones integrantes del CCE, que preside Carlos Salazar, porque el acordar un regreso a la actividad “normal” será crucial para resolver la parálisis que acusa todavía una buena parte del sector servicios?

DE FONDOS A FONDO

#EmpresasGlobales… Alberto de la Fuente, presidente de las empresas globales, dijo, en el parlamento abierto de la reforma eléctrica, que las compañías tienen metas de consumo de energía limpia muy claras y ambiciosas. Incluso varias tienen el objetivo de usar energías renovables en el 100% de sus operaciones globales para 2023.

Sólo para cumplir esas metas de consumo de renovables, México requiere producir 6.3 gigawatts de capacidad adicional, que es 50% más de la capacidad instalada actual. Así que no hay forma de lograr que el 35% de nuestra energía provenga de fuentes limpias para 2024. Si acaso se podría llegar al 25% en un escenario optimista. De acuerdo con un estudio que el CEEG realizó, de aprobarse la reforma, las emisiones contaminantes se incrementarían 14% por año.

De la Fuente hizo un llamado a trabajar junto con el gobierno, sin miedos ni prejuicios, para una reforma energética en beneficio de todas las partes. ¿La pregunta es si los legisladores están dispuestos a tomarle la palabra?

 

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