Cuenta corriente

5 Ago, 2021

Starlink no va al mercado de pobres

Con dos concesiones aprobadas por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), que preside Adolfo Cuevas, Starlink Satellite Systems México, filial de la empresa de telecomunicaciones de Elon Musk, entrará en octubre como interesante retador global al mercado de telecomunicaciones de cobertura limitada, donde ni todo es Altan ni todo está en las sierras de Guerrero y Oaxaca.

El uso de satélites de las bandas Ka y Ku, lo ha comercializado con éxito Televera Red o StarGroup, de José de Jesús Aguirre, en poblaciones y colonias de bajo ingreso y zonas alejadas o no cubiertas por los operadores de red móvil o fija. Hoy cuenta con 210 mil suscriptores y, pese a la intermitencia, con sus seis paquetes obligó a Sky de Televisa a lanzar VeTV para retener mercado.

Pero en México hay más competidores, y globales. Está Hughes Net, de Pradman Kaul, que estaba asociado con Aguirre. Comenzó a ofrecer el servicio de forma separada en septiembre de 2019 en México, utilizando la red de EchoStar. 

Ellos eran los proveedores de Direct TV en la década pasada y han encontrado un nicho de negocio impresionante en la cobertura rural.

En año y medio, la filial en México que representa Marcos Duarte, tiene 97% de cobertura en las 32 entidades del país con planes para un mercado empresarial subatendido. Sume a EliteSat, Kabandnet y Networkingsat, además de Dish.

Hay quien subraya que, con la llegada de Starlink, el que temblará es Carlos Slim, pero en realidad le hacen mucho honor a América Móvil.

¿Por qué tantos interesados en México, incluyendo a Musk? Las telecomunicaciones satelitales han reducido su costo, pero siguen siendo caras como para suponer que un agricultor de subsistencia las contrate.

De Hecho, Starlink es un servicio caro en Estados Unidos: 100 dólares mensales más equipo, pero ¡no hay servicio más caro que el que no se tiene!

En México, según la ENDUTIH 2021, la penetración de internet en comunidades rurales fue de 50% contra el 78.3% en zonas urbanas y, en éstas últimas, existen zonas grises de cobertura que quedan excluidas por la forma en que están dispuestas las redes terrestres.

Justo ahí es donde entra en juego la oferta de Telecomm satelital, una veta de oro, no necesariamente el mercado marginado.

 

DE FONDOS A FONDO

#Prodecon_Reciclaje…  El mayor problema para promover la recolección adecuada de basura en México tiene que ver con el tratamiento fiscal que se da al pepenador.

Ante la falta de supervisión en la cadena, en 2014 se planteó un esquema de contribución en el que, para que el comprador de basura pudiera extender factura y deducirla, sería el retenedor de una tasa del 5% de ISR sobre el valor bruto pagado, más el pago del 16% de IVA a los recolectores o pepenadores de basura. 

Se pretendió “formalizar al gremio de pepenadores”, pero acabó por empujarlo más en la informalidad dado que el pago del 5% sin deducciones sólo implicó para él, una reducción adicional de su ingreso. Si les obligan al registro, dejan de vender.

Se estima que una persona que recolecta diariamente entre 20 y 30 kilos de basura para reciclaje, recibe en promedio 62.50 pesos diarios, esto es, está en situación de precariedad laboral dado que no gana ni el mínimo.

Desde el 2019, la Subprocuraduría de Análisis  Sistémico y Estudios Normativos de la Prodecon, que encabeza Rafael Gómez Garfias, inició la investigación en materia de equidad y proporcionalidad fiscal del esquema descrito y el análisis legal-fiscal emitido a principios de julio concluye que, frente a los beneficios sociales del reciclaje, la retención del 5% de ISR es excesiva dada la limitada capacidad contributiva de este gremio, y lo que induce es a la informalidad y evasión de contribuciones.

Con la presentación de sus observaciones, la Prodecon le da 30 días naturales al SAT, que jefatura Raquel Buenrostro, para que informe lo que a su derecho convenga y convoque a realizar mesas de trabajo que resuelvan la problemática planteada.

También sugiere dar un tratamiento especial a los recolectores, bajando la tasa del 5% al 1% del monto de la venta y que mediante reglas claras, se otorguen facilidades administrativas que reconozcan su capacidad real contributiva de pepenador y que sea el comprador quien esté obligado a llevar el control fiscal final de operaciones a través de las facturas electrónicas que emitan.