Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

28 Ago, 2018

TLCAN, cesiones y concesiones

Ayer le comenté en un “De fondos a fondo” que se daría a conocer este lunes que México y Estados Unidos habían alcanzado un acuerdo “en principio”, que es preliminar, y que la intención era pedir que Canadá, representado por Chrystia Freeland, se incorporara a la negociación final para alcanzar el TLCAN 2.0.

Los negociadores encabezados por el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, han hecho un gran trabajo (los equipos tanto de Juan Carlos Baker y de Kenneth Smith), así como los cientos de abogados que han trabajado sin descanso, representando a empresas y sectores, en este último año. Lo que debe tener en cuenta es que las partes tuvieron que hacer cesiones y concesiones.

De entrada, se elimina la cláusula 2205, que permite a cualquiera de las partes invocarla con seis meses de anticipación para terminar el TLCAN, no por una cláusula sunset (terminación cada cinco años de acuerdo negociado), sino por una cláusula “sunrise”, porque se admite la revisión por petición de una de las partes cada seis años, y el acuerdo tiene vigencia de 16 años con posibilidad de renovarlo otros 16 años.

Esto implica que cinco veces podría ser revisada a lo largo de cinco sexenios, en el caso de México, y de cuatro periodos en Estados Unidos. Si acepta Canadá, donde es válida la reelección, sería lo mismo.

Así no sería ni un solo presidente o una sola administración en los tres países los que lo revisarían. ¡Buen deal!

El asunto siguiente es el marco unificado de reglas y manejo de diferendos de inversión y comerciales. No desaparecen y, por el contrario, facilitarán acuerdos. El capítulo 19 y 20 son un tema. Para algunos estadunidenses se cedió mucho, para algunos mexicanos igualmente se cedió mucho, para los canadienses, también se cedió. Lo cierto es que, si hay Organización Mundial de Comercio y las diferencias llegan hasta allá, ¿para qué prolongar las disputas y mejor transitar hacia esos mecanismos de solución de controversias? Así quedará vigente el 19 pero no el 20.

En otro tema, el energético, quien hizo un gran trabajo fue Jesús Seade, el representante de Andrés Manuel López Obrador. El Presidente electo se quiso asegurar de que no se impondría un grillete a su administración, en materia de soberanía energética, y lo logró.

Y es que, en la negociación, el capítulo pretendió, como en el caso de Telecomunicaciones, inscribir en el acuerdo la reforma constitucional y sus leyes secundarias, para “avalar” y “anclar” al tratado la reforma.

Y bueno, la capacidad de Seade, la forma en que trabajaron con Marcelo Ebrard, el entendimiento claro de Guajardo y de Luis Videgaray de que era inaceptable, la consulta realizada con los directivos del sector en México y en Estados Unidos, así como la consideración de las variables políticas, hicieron que la redacción se afinara y que, en consecuencia, el Presidente electo se sintiera cómodo con el replanteamiento de raíz que se hizo.

De hecho, se eliminaron secciones del tratado y se realizó un capítulo diferente en el que se establece, sin ambigüedad, el derecho a la soberanía constitucional y energética de México, sujeto a lo que establece la ley, y el respeto a los contratos existentes, donde se permiten márgenes crecientes de contenido local y de mexicanos en los órganos de administración de las empresas energéticas.

Finalmente, por qué el viernes es el día clave. Chrystia Freeland llegó ayer y, prácticamente, revisa los temas pendientes, que junto con reglas de origen del sector automotriz son clave para la firma del Tratado. Para el viernes, Robert Lighthizer tiene que notificar al senador Orrin Hatch y al representante Kevin Brady, del Comité Senatorial de Finanzas y del Comité de Comercio de la Cámara baja, que el representante comercial ha llegado a un acuerdo en principio con los tres países, bajo la facilidad de comercio autorizada y cuya renovación se dio de facto el pasado 4 de julio.

Los textos del acuerdo se entregan 30 días después del aviso, y ahí es donde se mantendrá la revisión para que puedan procesarse y aterrizarse los cambios y, una vez que esto suceda, la firma del TLCAN se podría dar el último día del mandato del presidente Enrique Peña Nieto, y lo tendría que ratificar el Senado controlado por Morena.

DE FONDOS A FONDO

#Traxión acelera el carrito comprador.  Los motores que impulsan a Grupo Traxión se fortalecen con la adquisición de Autotransportes El Bisonte, empresa potosina con la que suman esta semana servicios de carga refrigerada y carga especializada, entre otros, y que fortalece la presencia de Traxión en el Centro, Norte, Bajío y Poniente, regiones de alto dinamismo económico.

El corporativo de transportes y logística, comandado por Aby Lijtszain, logró otro éxito gracias a su estrategia de adquisiciones focalizadas, lo que le ha permitido tener ingresos consolidados por dos mil 236 millones de pesos, sólo durante el segundo trimestre de este año.

Ya se firmó el acuerdo de compra por más de mil 200 millones de pesos y están a la espera de las aprobaciones regulatorias correspondientes, entre ellas, de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), de Alejandra Palacios.

Por su parte, El Bisonte, con 25 años en el mercado, cuenta con una flota de 485 unidades con una antigüedad promedio de tres años y medio, con sólidos lineamientos de gobierno corporativo e institucionalización, por lo que para Traxión será clave en la expansión de su oferta de servicios premium en la zona geográfica que es la joya de la corona logística.

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