Urzúa, ¿contradicciones iniciales?
Me impresiona la capacidad que tiene López Obrador de ganar el espacio mediático al grado que ha borrado la atención sobre temas importantes, incluso para su gobierno.
Ejemplo de lo anterior fue la decisión de resolver el contrato con Mexichem que preside Juan Pablo del Valle Perochena y dirige Daniel Martínez Valle, anunció el viernes un acuerdo con Pemex Etileno o (Antes PPQ) para comprarle el 44.09% de Petroquímica Mexicana de Vinilo, en 178.7 millones de dólares.
El 20 de abril del 2016, la subplanta de Clorados III, explotó y eso implicó una pérdida de 244 millones de dólares y ninguna de las partes estaba dispuesta a reconstruir. El seguro pagó el siniestro, pero la asociación entre Pemex y Mexichem que se había constituido para integrar la cadena de valor SalCloro/Sosa-Etileno-VCM (monocloruro de vinilo) para hacer PVC mediante la sociedad PMV, se desintegró en la
parte Etileno-VCM.
Esta decisión fue sorpresiva para el mercado porque Mexichem tomó la pérdida en su balance y anunció, a finales del 2017, no reconstruir la planta de Clorados III, porque Pemex que dirige Carlos Treviño no tiene capital para invertir en ello, pero ¿Pemex Etileno decidió renunciar a la producción de cloruro de vinilo y etileno?
Lo mismo sucede con los combustibles. En México la liberación de precios es una falacia. Salvo el primer brinco ocurrido en enero del 2017, el uso del IEPS para amortiguar la subida de precios, ha dejado prácticamente inoperante la reforma, tanto como el control del suministro.
Por ello, cuando se escucha a Carlos Urzúa, hablar del tema, hay muecas de escepticismo. Primero, López Obrador dijo en campaña que no habría más gasolinazos y, su designado secretario de Hacienda, Carlos Urzúa ha ido “puntualizando”, y algunos dicen que “reculando”, porque primero dijo que subiría la gasolina conforme a la inflación (sic) lo que implica que habría “sólo incrementos nominales” (sic).
Evidentemente, alguien debió comentarle que lo que anunciaba era aquí y en China “control de precios” y con el 30% del mercado de gasolinas en manos de franquicias internacionales, imagine la explosión de comentarios negativos.
En México el mercado (integrado por actores privados y un público), sigue careciendo de los incentivos correctos, incorporados en la Reforma Energética, para eliminar los cuellos de botella y permitir el desarrollo de capacidad logística (distinta de la que Pemex originó en el modelo de proveedor de Estado) para recibir la producción (de Pemex, un tercero o del mundo), almacenarla, distribuirla y llevarla a todos los rincones de la República.
El tema es: ¿dejaremos de exportar crudo para transformarlo en México, para cumplir con la ampliación de meta para que “no tengamos que importar gasolinas en tres años” (sic), como dijo Urzúa.
La realidad que conocen expertos independientes que tienen permisos desde el 2017 para almacenar petrolíferos (Invex infraestructura con dos permisos, Avant Energy Midstream II, Baja California Energy Translogistics, Gas Natural del Noroeste, P&S Oil and Gas TAR, Grupo R Terminales, Almacén de Petrolíferos de Chihuahua, Enermex Logística y Terminales, ESJ Renovable III, Petrolíferos Windstar de Sonora, Porter FG México, Servicios Integrales de Almacenamiento y Distribución, Servicios y Terminales de Tuxpan, S. A. de C. V. Energéticos Keri) es que el 95% de la gasolina la sigue importando Pemex TRI, de dirige Carlos Murrieta, y la vende por debajo de costos de mercado porque no incorpora los costos logísticos. Y lo mismo sucede con los precios finales. Hay 321 permisos de comercialización de combustibles autorizados a junio del 2018 por la Comisión Reguladora de Energía que preside Guillermo García Alcocer, en México hemos atestiguado la expansión de la red de estaciones de servicio, ya hay 12 mil 34 de las cuales 30% son franquicias distintas de Pemex y disminuyendo aun cuando “se le ha permitido” seguir ofreciendo “incentivos” de mercadotecnia para retener a los franquiciantes”. La reforma en materia de combustibles no funcionará si Pemex no deja de dar descuentos porque los privados no tienen incentivos (posibilidad de generar margen) para importar, almacenar, construir redes de distribución, poner estaciones de servicio distintas a las de Pemex.
A la empresa del Estado no se le preparó para la reforma y al mercado tampoco. Las gasolinerías se hicieron para el abasto y si hoy sigue habiendo dos en Polanco, la gente debe moverse a esas porque ahí se abastecen y los nuevos empresarios sólo replican el modelo de abasto y no el modelo de competencia. Si Carlos Urzúa y Rocío Nahle y todos los que le rodean se sientan a escuchar y realizar un buen diagnóstico para entender que esto está pasando, no partirán del mismo error de las administraciones precedentes, el problema se va agravar y le tronará en sus manos porque a Pemex no le alcanza ni el bolsillo ni la infraestructura para proveer y el privado no tienen el incentivo.
DE FONDOS A FONDO
#MejoraAdministrativa. Grupo Salinas, que preside Ricardo Salinas Pliego y dirige Pedro Padilla Longoria, designaron a Rodrigo Pliego Abraham como nuevo director general de Finanzas, Administración y Control Interno. Él ha sido director de Finanzas de Elektra y de Grupo Salinas desde hace mucho tiempo, pero apunta la decisión de mejorar continúa mejor coordinación en las áreas que se agrupan bajo su dirección como Servicios Centrales que encabeza Joaquín Arrangoiz; Seguridad de la Información, clave en toda la organización por el tema de ciberseguridad, que queda a cargo de Eduardo Meléndez; Seguridad Interna con Homero Alacio a la cabeza, el Jurídico dirigido por Francisco X. Borrego, el Fiscal con Julio Ysusi; el área de Control de Negocios y Servicios, con Alfonso Aguilar Zermeño y la de Auditoría con Javier Ferrer. Dicen que cuando un grupo se refuerza en el back office, apunta a crecimiento de negocio en puerta.