XXXV Convención Internacional de Minería

Inicia hoy en Acapulco la XXXV Convención Internacional de Minería Acapulco 2023, evento que reúne a más de 10 mil profesionales del sector, y ocurre en un momento retador para la minería en México porque, siendo una actividad esencial en más de 70 industrias, está detenida por la falta de permisos, autorización de concesiones y para la continuidad de proyectos. La minería representa el 2.4% para el PIB nacional y 8.6% para el PIB industrial, pero la incertidumbre en que se le colocó con la Ley Minera publicada en mayo, que deja en manos del Estado (a través del Servicio Geológico) la actividad de exploración, originó un impasse en materia de inversión y un aumento de la litigiosidad. Al primer trimestre, la Cámara Minera de México (Camimex), que preside Jaime Gutiérrez, estimaba una inversión en el sector de 5,210.6 millones de dólares para 2023, una baja interanual de 1%; mientras que el rubro de exploración pronostica 544.4 millones de dólares, un descenso de 4.8% sobre 2022.

La realidad es que, después de mayo, no hay prácticamente propuestas nuevas de exploración y el registro de Economía de IED muestra que, al primer trimestre de 2023, se tenían registrados 492 millones de dólares (antes de la ley), y para el segundo trimestre cayó a 30.4 millones de dólares en minería metálica.

Entendemos que el mes pasado, previo al encuentro en el que se espera la presencia de la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, se ha trabajado con las autoridades federales, estatales y municipales para incentivar la industria y apoyar el crecimiento económico de México, pero lo más difícil ha sido contener la litigiosidad y el número de amparos que provocó la citada ley. En todo el sexenio no se han otorgado concesiones, por lo que se ha frenado la exploración y, por ende, la continuidad en la industria, por lo que hoy el foco está en los amparos y en la revisión y desarrollo de los reglamentos de las recientes modificaciones a la Ley Minera. Si pudiéramos señalarlo, el desafío más importante es el cumplimiento del Estado de derecho y la certidumbre jurídica.

Recientemente, varias compañías mineras se han enfrentado a diversas situaciones laborales y medioambientales, por lo que la convención ha sido especialmente preparada para que se conozcan las prácticas de la industria de bienestar de las comunidades donde opera, en la remediación y gestión sostenible de los recursos y, en particular, en uso de agua y energía. De acuerdo con la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México, A.C. —organizadora de la convención—, se esperan más de 10 mil visitantes en 1,173 stands de 381 empresas y estados.

DE FONDOS A FONDO

#Alta… Cancún es sede de la edición 19 de la reunión anual de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), que incorpora a los líderes de la región en la evaluación y desafíos de la industria. Hace 50 años, Latinoamericana movía 18 millones de pasajeros al año. Hoy son más de 300 millones y los índices de oferta de asientos, transporte de pasajeros y factores de ocupación han superado los récords que había prepandemia, pese al incremento de costos de operación, el aumento de impuestos, el alza del combustible y el imparable aumento de precios aeroportuarios. Willie Walsh, director general de la IATA, fue muy claro en expresar que las aerolíneas no están pidiendo ayuda, sólo que les permitan entregar el producto y servicio que las empresas saben ofrecer. México, en coincidencia con expertos, enfrenta tres tipos de retos: proyectos de infraestructura no rentables, una nueva aerolínea subsidiada por el Estado, con posibilidad de que no se respete el piso parejo, la militarización de la aviación civil, la falta de inversión en el AICM, principal puerta aérea del país, los altos impuestos y cargos aeroportuarios que no tienen retorno en servicio.

El panel de regulación inteligente para un ambiente de negocios competitivo, moderado por Emilio Romano, CEO de Bank of America, dejó un mensaje puntual: los reguladores tienen una gran responsabilidad en lo que suceda hacia adelante porque la industria aérea privada ha sabido hacer su papel, pero falta que los reguladores y políticos los volteen a ver como empresas estratégicas y no como simples contribuyentes.