Beetle: La historia del "nuevo Vocho" que se despide con su última edición

Por Pablo Monroy/Atracción360. 

CIUDAD DE MÉXICO.- En 1933 Adolf Hitler conoció a Ferdinand Porsche y le encargó el diseño de un auto para la clase trabajadora alemana.

El modelo costaría menos de mil marcos (de aquella época), sus prestaciones serían bondadosas, el motor se enfriaría por aie y tendría un bajo consumo, sería capaz de recorrer 100 kilómetros con tan solo siete litros de combustible: Había nacido una leyenda. 

Tomó como base los diseños de tres pequeños prototipos de un coche llamado Type 12 que había realizado en 1932 para el fabricante alemán de motos NSU. Cuando aceptó el encargo y firmó el contrato para su desarrollo, Porsche volvió a revisar dichos prototipos y fabricó dos más en el garaje de su casa a los que llamó Type 60, uno convertible de dos puertas y el otro modelo cerrado de cuatro puertas.

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Para aquel momento, Porsche aún estaba buscando el motor sencillo y de bajo costo para impulsar a estos autos. Sabía que tenían que llevar el motor en la parte trasera, para obtener una mejor tracción, y ser refrigerados por aire, para impedir la congelación que padecían los propulsores enfriados con agua durante el crudo invierno alemán.

En febrero de 1936, Porsche había diseñado tres prototipos experimentales más, ya equipados con el motor básico de cuatro cilindros, llamado E, con un desplazamiento de menos de un litro, que habría de mover a más de 20 millones de escarabajos. Con estos vehículos se realizaron pruebas de más de 48 mil kilómetros a través de los Alpes y de las nuevas autopistas alemanas.

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Las pruebas revelaron ciertas debilidades pero los informes fueron en general favorables, por lo que el primero de diciembre de ese mismo año se consideró que las habían superado. Los fabricantes dudaban que el automóvil pudiera ser producido al precio planificado por Hitler, quien tomó el proyecto y lo llevó al frente laboral alemán, mismo que encargó a la compañía Daimler-Benz producir 30 automóviles para la SS Nazi. Más tarde, Hitler decidió construir una fábrica al norte de Alemania para producir en masa el escarabajo, que llevaría el nombre de KDF-Wagen.

En 1938 se llevó a cabo la ceremonia de colocación de la primera piedra y en la primavera de 1939 se completó la primera fase; el primer vehículo salió de esta planta en agosto de 1940.

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El plan era fabricar 150 mil unidades para 1940 y llevar la producción para 1943 hasta un millón y medio de autos, sin embargo, el proceso quedó interrumpido con la Segunda Guerra Mundial. Al concluir la guerra, parte de la fábrica KDF aún se mantenía en pie, y para marzo de 1946 la manufactura se reanudó, con una capacidad de mil unidades por mes.

En 1949, Volkswagen se convirtió en el fabricante de automóviles más grande de la República Federal de Alemania. El vehículo experimentó ligeros cambios en las décadas siguientes y finalmente, en enero de 1978, el último escarabajo producido en Alemania salió de la línea de ensamble.

Pese a ello, la producción del vocho ya había cruzado el Atlántico y se mantuvo en nuestro país hasta 2003, luego de que iniciara el 23 de octubre de 1967 en la planta de la firma alemana en Puebla, con una producción total de 21 millones 529 mil 464 unidades. el heredero No obstante, Volkswagen reconoció la gran influencia que el escarabajo tuvo en la gente y en 1998 presentó la reinterpretación moderna del vocho en el Salón del Automóvil de Detroit de ese año: el New Beetle, con un diseño que recordaba mucho al original y que satisfacía la nostalgia emocional de tiempos más sencillos.

La producción quedó de manera exclusiva en la planta de Volkswagen en Puebla y fue montado sobre la plataforma PQ34, la misma que daba sustento a otros modelos del grupo como el Golf IV, el SEAT León y el Audi A3, entre otros.

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El New Beetle equipaba un motor atmosférico de cuatro cilindros 2.0 litros al frente que impulsaba a las ruedas delanteras con una potencia de 115 caballos de fuerza, acoplado a una transmisión automática de cuatro velocidades.

Tras la aparición de la versión convertible en 2003 y de una actualización estética en 2006, la segunda generación de este retrocar llegó en 2012, montado sobre la plataforma del Golf de sexta generación y con diferentes opciones de motores, desde bloques turbocargados de cuatro cilindros hasta el cinco cilindros 2.5 litros atomosférico.

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Finalmente, el pasado 10 de julio, Volkwagen puso el punto final a la fabricación de este modelo, con una producción total de más de 1.7 millones de unidades fabricadas.