¿Es bueno reparar un rin o una llanta?

Sabemos que perder una llanta nueva o en buen estado es doloroso, pero nada vale más que nuestra seguridad, y rescatar esa llanta mediante el seccionado no es la mejor opción
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Conoce hasta dónde es posible reparar estas piezas, luego de haber sido dañadas por un impacto. Foto: iStock
Conoce hasta dónde es posible reparar estas piezas, luego de haber sido dañadas por un impacto. Foto: iStock

CIUDAD DE MÉXICO.- Es común caer en un bache mientras circulas por las calles de la CDMX, y son los neumáticos y los rines los primeros en recibir toda la fuerza del impacto.

Dependiendo de la magnitud, el daño puede ir desde destruir una llanta por la fuerza del golpe, la cual deforma la llanta a tal grado que es el mismo borde del bache el que la corta por sus flancos, hasta deformar el rin o fracturarlo.

Ante un escenario como este, debemos conocer hasta dónde es posible reparar estos componentes para que sigan funcionando de manera segura mientras manejamos.

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Qué hacer

Cuando sólo el neumático resultó dañado tras caer en un bache, en la mayoría de los casos queda inservible. “Cuando la llanta se abre en alguno de sus costados difícilmente se puede reparar, pues no sólo el caucho se corta, sino que también los alambres y fibras textiles de la estructura interna de la llanta se rompen, lo que provoca que ya no tenga soporte”, comentó Ricardo Camino, distribuidor autorizado de llantas Pirelli en Puebla y especialista en este tema.

Existe una práctica, el seccionado, que utilizan muchas vulcanizadoras para tratar de rescatar un neumático dañado, y el cual consiste en cortar y raspar la sección dañada, cerrarla con hilo y aguja, aplicar un pegamento, poner un parche vulcanizado y, finalmente, con una máquina seccionadora, fundir los hules para sellar todos los orificios y dejar un acabado aceptable.

“El seccionado de llantas es una medida de emergencia cuando no se tiene la posibilidad de adquirir un neumático nuevo en ese momento, o la llanta de refacción no es funcional o no se tiene, o si no nos alcanza para pagar una grúa para remolcar nuestro vehículo hasta el destino final. No olvidemos que, aunque esté reparado, sigue siendo un neumático dañado, el cual comprometerá en gran medida nuestra seguridad.”

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Sabemos que perder una llanta nueva o en buen estado es doloroso, pero nada vale más que nuestra seguridad, y rescatar esa llanta mediante el seccionado no es la mejor opción.

En el caso de que el impacto también haya afectado el rin, se debe de acudir con un especialista para que determine si es posible o no repararlo sin poner en riesgo la calidad de marcha del vehículo y su desempeño.

“Cuando se trata de un rin de acero la reparación es sencilla ya que, al ser de un material maleable no se agrieta con un impacto, sólo se deforma y no requiere calor para regresarlo a su forma original”, explicó Roberto Hernández, especialista en reparación de rines con más de 17 años de experiencia.

“Lo montamos en una base giratoria para examinar los puntos de deformación. y procedemos a recuperar la forma inicial tirando con ganchos y barretas hasta que la circunferencia del rin sea pareja en los dos lados”.

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Enderezar un rin de acero puede costar desde 300 y hasta 500 pesos, dependiendo de la intensidad del impacto, sin embargo, Roberto explicó que, cuando se trata de un rin de aleación o de aluminio, tanto la inspección como la reparación son más minuciosas, y el precio por devolverlos a su forma original puede elevarse hasta 1,600 pesos por todo el trabajo que implica.

“Para determinar si un rin fundido con alguno de estos materiales se puede reparar, lo primero que hacemos es revisarlo a profundidad, porque con la fuerza de un golpe el material, a parte de deformarse, se puede agrietar; hay talleres en los que sólo rellenan con aluminio el golpe pero a la larga, si la grieta es muy profunda, el rin puede partirse.

“Lo que hacemos es lavar y secar perfectamente el rin para tomarle una radiografía y asegurarnos de que no está agrietado o de que la grieta no sea tan profunda. Si lo es, la pieza ya no es apta para repararse por el riesgo que esto implica.

“Si el rin está sano aplicamos calor con un soplete en la zona dañada para amoldarlo hasta donde sea posible. Posteriormente rellenamos con aluminio y lo metemos al torno para maquinarlo y eliminar así el exceso de soldadura y darle forma; finalmente balanceamos y nivelamos.”

Considera que, ante un daño de esta naturaleza, lo mejor es reemplazar los componentes por unos nuevos para garantizar tu seguridad.

No lo olvides

La mayoría de las pinchaduras en las llantas, o agujeros causados por clavos, tornillos, vidrios, o cortes de hasta 0.64 centímetros en la banda de rodadura de los neumáticos, puede repararse.

Cuando el neumático está pinchado, se debe evitar a toda costa rodarlo en estas condiciones, pues el peso del auto y la fricción lo dañarán aún más hasta dejarlo inservible, incluso en distancias cortas.

Recuerda mantener la presión del neumático dentro de los niveles recomendados por el fabricante.

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