Hackea al capitalismo: trabaja menos y deja la pobreza de tiempo

De finanzas y otros demonios -
Muchas personas han hackeado el sistema, y tienen vidas muy alejadas de lo convencional. Foto: Flickr de Lev Glick
Muchas personas han hackeado el sistema, y tienen vidas muy alejadas de lo convencional. Foto: Flickr de Lev Glick

Desde que somos niños lo esperamos, lo sabemos, lo tememos: algún día seremos mayores y tendremos que ir a trabajar todos los días, hasta que seamos unos viejitos. Nos damos cuenta de que en el trabajo nuestros papás no tienen recreo, ni días para pintar con los dedos, ni bailables ni disfraces.

En lugar de salir a las dos de la tarde, salen a las seis, o siete, u ocho, y llegan a casa cansados y de mal humor. Los fines de semana lavan la ropa, limpian la casa y después de tanto trajín, en lugar de jugar con nosotros, se tumban en un sillón a ver la tele.

Empezamos a sospechar que la escuela es cada vez más aburrida para irnos acostumbrando para esta tortura que nos espera. Entonces empezamos a fantasear: “Yo no tendré esa vida, yo seré rico, mi vida será diferente”.

Pero los años pasan y la vida se parece cada vez más a la de nuestros padres. Con algunas diferencias, claro, pues ellos tenían prestaciones, pensión vitalicia y el jefe no podía llamarles al celular el domingo porque no había teléfonos portátiles.

Y un día dejamos de ofendernos cuando nos dicen “don” o “doña”, porque es innegable que somos ya unos adultos aburridos, con empleos aburridos y un abultado vientre. Y parece que no tener tiempo para hacer lo que nos gusta es simplemente parte de ser mayor.

Pero desde ahora te anuncio que esto no tiene por qué ser así. Muchas personas han hackeado el sistema, y tienen vidas muy alejadas de lo convencional. Pasan mucho tiempo con sus familias, hacen ejercicio todos los días, tienen pasatiempos y tienen oportunidad de hacer lo que les gusta. Viven bajo sus propios términos y no permiten que otras personas se adueñen de todo su tiempo. Sus estrategias no siempre son sencillas de implementar y además requieren de un gran cambio de mentalidad. Aquí te presento algunas de ellas.

1. Yo no pierdo el tiempo en eso: usar los ingresos para recuperar el tiempo libre

Esta es quizás una buena estrategia para aquellos con puestos de horario inflexible. Quizás no puedes reducir tu horario de trabajo, pero puedes ahorrar dos horas a la semana enviando tu ropa a la lavandería, y otras cinco contratando un servicio de limpieza, etcétera. La ventaja está a la vista: te queda mucho más tiempo libre saliendo del trabajo. Pero es una estrategia costosa, puede mellar tus ahorros, y además hacerte un poco inútil para tareas básicas de la vida que puede ser satisfactorio realizar, como cocinar un buen platillo. Sin embargo, aplicada conscientemente, puede ayudarte a proteger tu tiempo libre de un ritmo de trabajo difícil.

2. Luchón: buscan menos dinero y hacen todo por sí mismos

Esta es una estrategia útil para personas con más tolerancia a la inseguridad financiera y poca capacidad para aumentar sus ingresos por medio del trabajo asalariado. Se trata de buscar empleos de medio tiempo, freelance, por horas, o con pocas responsabilidades y estrés, a cambio de una mayor flexibilidad de tiempo. Es la opción elegida por algunos artistas, académicos o escritores para dedicarse a una disciplina que les apasiona mientras se ganan la vida.

Aquí la clave es planear cuidadosamente los gastos para ahorrar y poder enfrentar sucesos inesperados. También se puede invertir algo de tiempo en adquirir mayores habilidades para aumentar los ingresos sin trabajar más tiempo. Un especialista puede ganar más dinero por hora y, por lo tanto, trabajar menos (siempre y cuando decida conscientemente no darle más importancia al dinero, como se vio en la primera entrega de esta serie).

La ventaja de esta estrategia es que se desarrollan muchas habilidades vitales: las personas con más tiempo que dinero ahorran mucho realizando por sí mismas todas sus responsabilidades adultas, y tienen la satisfacción de saberse autosuficientes. La desventaja de esta estrategia es que se puede disminuir la capacidad de ahorro y el acceso a prestaciones sociales, y esto puede traer consecuencias cuando se llega a la vejez.

3. El emprendedor: la magia de los ingresos automáticos

Es una opción interesante para aquellos que tienen deseos y paciencia para emprender un negocio propio. Timothy Ferriss, en su libro: La jornada laboral de 4 horas, describe cómo creó un negocio que le funcionara como una fuente de ingresos casi automática. Sus ideas para emprender con poca inversión de dinero y tiempo, y disfrutar de un horario envidiable de cuatro horas de trabajo a la semana, no son para cualquiera, pero ¡podrían ser un mundo de diferencia para ti! Puedes comprar el libro dando clic aquí.

4. Jubilación anticipada: buscar más dinero pero simplificar tu estilo de vida

Si como yo, tienes una tolerancia muy baja a la inseguridad financiera, ahorrar intensamente para jubilarte antes de tiempo puede ser una buena opción. A mí me gusta esta opción porque se basa en un principio válido para todos, ricos y pobres: para tener estabilidad financiera es necesario gastar menos de lo que ganas. Hay incontables casos de personas con salarios millonarios que se tienen que declarar en quiebra. No hay ingresos que alcancen si no sabes administrarte.

Las personas que eligen esta ruta rumbo a la libertad financiera se concentran en eficientar sus vidas para evitar el derroche o gastos innecesarios. La práctica de la eficiencia les da grandes beneficios. Por ejemplo, si tú ganas 300,000 pesos al año y aprendes a vivir con solo 100,000, cada año de trabajo podrás costearte dos años sin trabajar. Eso sin contar los beneficios del interés compuesto y de las inversiones tempranas.

Mr. Money Mustache, de quien soy admiradora, se retiró a los 30 años de edad porque pasó una década viviendo con solamente 20% de su sueldo. Cada año se podía costear 4 años sin trabajar, y con algunas inversiones bien pensadas, ahora puede vivir indefinidamente de sus rendimientos. La desventaja de este camino: es difícil acostumbrarse a gastar menos, resistir la inflación en el estilo de vida, y dejar de lado el consumo no pensado.

Para implementar cualquiera de las estrategias antes mencionadas es necesario cambiar la mentalidad en un aspecto esencial: considerar el tiempo como más valioso que el dinero. Comprender que los años de vida están contados, y pueden vivirse extraordinariamente bien, si nos preocupamos por ello. Y esta sencilla verdad nos guiará hacia una vida abundante en lo que más importa que abunde: el tiempo.

En febrero publiqué la primera entrega acerca de la pobreza de tiempo y algunas de sus causas, que puedes leer si das clic aquí.

En marzo publiqué la segunda entrega del artículo, donde mencioné algunos tips para sacarle el máximo provecho al tiempo libre que tienes. Puedes leerlo dando clic aquí.

Jbf

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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