“Ni lo intentes”, mejora tus finanzas sin esforzarte por lograrlo

De finanzas y otros demonios -
¿En qué nivel se prende tu foco rojo? ¿Qué tan profundo debes caer para que toques fondo? Foto: Pixabay
¿En qué nivel se prende tu foco rojo? ¿Qué tan profundo debes caer para que toques fondo? Foto: Pixabay

La mayoría de las personas te dirá que el primer paso para mejorar tus finanzas es ahorrar, o registrar tus gastos, o pagar tus deudas. 

Todas estas acciones son importantes, pero no son el primer paso. Te lo aseguro. 

El primer paso para tener finanzas sanas es no intentar tener finanzas sanas

¡Qué loca estoy! ¿Cómo está eso? Te explico. 

En la tumba de Charles Bukowski está escrito este sencillo epitafio: “Don’t try”, que significa: “No lo intentes”. 

Charles Bukowski fue un gran escritor, pero su fama no llegó antes de que cumpliera los cincuenta años. Durante toda su juventud y gran parte de su vida adulta tuvo trabajos difíciles como camionero, lavaplatos, almacenista, operador de elevador, ¡y hasta trabajó en un matadero! En su tiempo libre escribió, escribió y escribió sin que le publicaran gran cosa hasta que un día ¡zaz! el reconocimiento y el dinero le llovieron encima. 

Su epitafio no significa que no hay que hacer nada en la vida. Él escribió incansablemente. En una carta a un amigo, escribió “Nos esforzamos demasiado. Nos esforzamos demasiado. No lo intentes. No te esfuerces. Está ahí. Nos ha estado mirando todo este tiempo…”

Charles Bukowski trabajó y escribió toda su vida sabiendo que el reconocimiento podría no llegar jamás. Pero escribió porque no podía no hacerlo, porque las palabras le fluían de las manos y si no escribía sentía que enloquecería. “No lo intentes” significa eso, significa que perseguir aquello que de verdad deseas será trabajo pero no requerirá que te obligues a hacerlo porque se sentirá mucho mejor que no hacer nada. Lo que estamos convencidos que debe hacerse lo haremos, sin necesidad de convencernos una y otra vez de que debemos hacerlo. 

Comencé a escribir este blog desde hace varios años y son muchas las personas que me han contactado buscando consejos financieros. Las personas que me consta que han mejorado sustancialmente sus finanzas son aquellas que llegan a mí hartas de lo que han estado viviendo hasta ahora, convencidas de que no pueden seguir así. Es decir, las personas que han tocado fondo. 

Tengo una amiga que llamaremos Ana Paula. Ella tenía muchas deudas pero, por fortuna, su esposo es una persona con buenos hábitos financieros y la convenció de que su situación se debía a sus decisiones y no a que la vida fuera así. Era necesario que alguien se lo dijera porque casi todos en su oficina estaban en una situación similar. Cuando tuvimos nuestra primera sesión estaba ahogada en deudas pero me dijo que TENÍA que hacer un viaje a Europa con su hija cuando cumpliera 15 años porque ya se lo había prometido. Para mí es muy normal que las personas endeudadas que me piden consejos financieros empiecen diciéndome la lista de cosas que TIENEN que hacer, comprar o tener. 

Por eso, lo primero de lo que hablamos no fue el presupuesto, los gastos, los ahorros, ni ninguna de esas teorías financieras. Primero hablamos sobre su forma de ver la vida, sobre sus prioridades, y lo que quería para su familia, sobre cómo encaja el dinero en todo esto. 

Mi amiga se dio cuenta de que nunca había visto al dinero como una herramienta, para lograr metas no financieras tales como pasar más tiempo con sus hijos, tener una mejor relación de pareja, o poder dedicarse a pintar un poco más. La interrelación entre tiempo (vida) y dinero suele escapar a muchos. 

Pasaron tres años para que mi amiga pudiera pasar su primera navidad sin deudas. El viaje a Europa nunca se hizo, sus tres hijos fueron inscritos en escuelas públicas, cambió las comidas fuera por comidas en casa, hizo una venta de garaje y vendió un montón de cosas que no necesitaba (y ya no siguió comprando más, sobre todo después de ver lo poco que le ofrecían por ellas) y tomó un sinfín de pequeñas decisiones para reducir sus gastos. 

Y dolió al principio. Después, el dolor se convirtió en orgullo. Porque iba pagando sus deudas y logrando vivir bien con poco dinero. Y descubrió que demostrarle a su hija la responsabilidad financiera era un mejor regalo que llevarla a Europa inundando de deudas a la familia

Sin embargo, debe quedar claro que mi amiga NO INTENTÓ mejorar sus finanzas. Algo en su interior estaba cansado y harto de vivir escondiéndose de sus acreedores. Algo en su interior estaba hasta el copete de recibir su nómina en cero después de los descuentos de préstamos. Una parte muy honda de ella sintió pena por llevar a sus hijos con los suegros porque ese día no había dinero para comer. Mi amiga tocó fondo. Su tolerancia fue bastante amplia. Habrá otras personas que toleren mucho más, y otras que toleren menos. 

Imagina que hay un tablero en tu cerebro, y cuando alguna cosa llega a un nivel muy bajo se prende un foco rojo y todas tus neuronas se alertan y se concentran en resolver el problema. Hay quienes necesitan quedarse en la calle sin comida ni casa para que se les prenda el foco rojo, y habrá otras personas cuyo foco rojo se prenda cuando un mes no hacen un aporte a su ahorro para el retiro. ¿Cuáles de estas personas tendrán mejores finanzas personales? Es fácil suponerlo. 

La pregunta que quiero hacerte hoy es, ¿en qué nivel se prende tu foco rojo? ¿Qué tan profundo debes caer para que toques fondo? ¿Cuántos problemas financieros debes tener para despertar y hacer algo por tus finanzas sin necesidad de esforzarte y “obligarte” a hacer algo?

¿Y cuál es el problema si tus finanzas no están tan mal y no haces nada para mejorarlas? El problema es que lo que no mejora, empeora. Si dejas de usar tus piernas, se debilitan y pronto dejarán de sostenerte y estarás postrado en una silla de ruedas. 

Quizás consideras que tu situación financiera no está tan mal porque eres joven, trabajas y tus ingresos no están mal. ¿Y qué sucederá si algo cambia en tu vida? ¿Qué pasará si tienes un hijo, un accidente de tránsito o si pierdes tu empleo? ¿Tu situación financiera seguirá siendo holgada? ¿Qué sucederá cuando envejezcas? ¿Podrás descansar en casa cuando te duelan los huesos y camines con bastón?

¿Qué pasará contigo si la economía entra en recesión debido a una pandemia? 

Así es, todas las posibilidades nos parecen lejanas hasta que suceden. 

Tú puedes cambiar el indicador en el tablero de tu cerebro. Puedes hacer que el foco rojo se encienda antes de que algo malo suceda y tu situación empeore. Puedes pensar en todas las cosas que pueden salir mal y ver si estás preparado para enfrentarlas financieramente. Si no estás preparado, deja que ese foco se prenda. Es lo que te motivará a no intentarlo: simplemente harás lo que necesitas hacer. Así de natural. 

Haz clic aquí para seguir a Dinero en Imagen en Google News

Te recomendamos

Lo que la pandemia obligará a cambiar en el capitalismo y en tus finanzas

Sacar dinero de tu Afore durante la contingencia te sale más caro de lo que crees

¿Tus hijos no dejan la pantalla? Constrúyeles un paraíso del juego en casa

Jbf

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
Icono de te puede interesar de en dineroenimagen

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR