CIUDAD DE MÉXICO.- Es probable que alguna vez hayas escuchado la palabra “ergonomía”. Aunque el término normalmente se asocia a los muebles que se diseñan para el máximo confort de sus usuarios, también es posible que un espacio tenga esa característica.
Una casa es habitable y ergonómica cuando los elementos que la conforman son adecuados para el número de personas que viven en ella. Experimentar una mejor calidad de vida en estos lugares incrementa las posibilidades de aprendizaje, descanso, relajamiento y satisfacción.
Conoce cinco formas en las que podrás hacer de tu casa un lugar más habitable.
El número
Toma en cuenta cuántas personas viven en tu hogar. Antes de hacer cualquier modificación o reordenamiento del espacio consulta a los habitantes. Al final, todo diseño se centra en el usuario. En este caso tú y las personas con las que compartes el espacio. Observa cómo habitan, qué hacen día a día y considera los siguientes elementos:
- Mejorar. Seguridad, salud, ejecución en el trabajo, calidad de vida y en el mundo de los objetos.
- Reducir. Esfuerzos innecesarios, fatiga, desgaste prematuro.
- Facilitar. Actividades y uso de objetos, herramientas, máquinas, etc. En el trabajo y en la vida cotidiana.
- Evitar. Errores o accidentes. Esto es más común en la cocina o en el baño.
Espacio
Considera las distancias y formas de los objetos en tu casa. Al acomodar los objetos en ciertos lugares ahorrarás tiempo y esfuerzo. Ten en cuenta lo siguiente:
- El espacio para las extremidades cuando el individuo está de pie o sentado. Es un requerimiento anatómico directo y funcional del cuerpo humano.
- El espacio que necesita el cuerpo humano para operar ciertos equipos. Por ejemplo, la estufa, la lavadora, el baño y los retretes.
- Considera el espacio para la circulación en los cuartos y corredores. Localiza el espacio de tránsito y no entorpezcas el paso con mesas u objetos innecesarios.
Comodidad
La cocina es un sitio donde todo debe ser cómodo y estar al alcance de tu mano. Considera que los espacios sean adecuados para:
- Tareas que se desempeñan en la superficie de trabajo como pelar vegetales, batir, batir en un tazón o rebanar pan deben hacerse 119 mm debajo de la altura del codo.
- Tareas desempeñadas en la superficie como untar mantequilla o cortar ingredientes deben realizarse 88 mm debajo de la altura del codo.
- Tareas que requieren hacer presión hacia abajo, amasar o planchar deben llevarse a cabo 122 mm debajo de la altura del codo.
Estética y funcionalidad
Para el baño, considera que es un espacio que combina estética con funcionalidad. Es un ambiente que debe propiciar relajamiento y esparcimiento con las configuraciones propias del uso que se le da. Para este lugar los criterios son bastante simples:
- Lavabo. Debe ser posible humedecerse las manos sin que el agua corra a través de los antebrazos y la flexión debe reducirse. El borde del lavabo debe tener la altura del codo del usuario más pequeño.
- Excusado. La posición en cuclillas es la más eficiente para hacer presión en los intestinos. El nivel de los excusados, al igual que el lavabo, debe ajustarse a las personas de estaturas más bajas.
Descanso
Para la recamara es muy importante tomar en cuenta los siguientes puntos:
- La cama debe ser lo suficientemente ancha para que permita hacer cambios de postura.
- La altura de la cama y la conductividad térmica de los materiales también deben ser considerados desde el punto de vista ergonómico. Es decir, poner atención al comprar un colchón para que no sea ni demasiado suave, ni muy duro. Tu columna descansará en este objeto y por ello debe ser adecuado para tu cuerpo.
Otro elemento importante a considerar es la ergonomía ambiental, es decir, las condiciones físicas que rodean a los habitantes y que influyen en su desempeño diario.
El término se refiere al aislamiento térmico y acústico del lugar, así como espacios que permitan la entrada de luz natural. A través de estos elementos tendrás una mejor calidad de vida en tus espacios diarios.
*livm