4 sencillos tips para enamorar inversionistas

Irrazonable - Mente -
La vida-muerte de tu empresa puede depender de esta decisión. Tómala a conciencia. Foto: Visual Hunt
La vida-muerte de tu empresa puede depender de esta decisión. Tómala a conciencia. Foto: Visual Hunt

CIUDAD DE MÉXICO.- Llevamos algunos años acompañando emprendedores e inversionistas en el titánico proceso de cerrar un deal. Y de las conversaciones que hemos tenido con ambas partes aprendimos que en este mundo de las startups, el sueño de convertirse en el siguiente Dropbox de la noche a la mañana puede ser peligroso y frustrante… a menos que seas consciente de algunos puntos realistas de un proceso como estos.

Aquí algunos que consideramos relevantes:

 

La claridad es clave

Primero, entender lo siguiente: tu empresa tiene etapas y hay inversión pertinente para cada una de ellas. La inversión ángel regularmente está dispuesta a arriesgar por un concepto, un fondo está buscando a tu empresa cuando ya encontraste una propuesta de valor clara y estás teniendo ingresos (aunque quizá sigas en números rojos). Lo importante es que hagas tu tarea y encuentres el perfil de fondeo que necesitas para la etapa en la que estás. Asesórate de otros emprendedores que conozcas. No hay mejor consejo que el de alguien que ya ha vivido un proceso similar.

Vamos a suponer que tu startup está agarrando tracción. Nos hemos encontrado emprendedores que dicen que necesitan dinero pero no han hecho un ejercicio consciente para saber para qué necesitan ese recurso. Es importante arrastrar el lápiz y responder lo siguiente: ¿cuánto necesitas?, ¿qué metas (milestones) vas a lograr con ese dinero?, ¿en cuánto tiempo lograrás lo que planteaste? Llegar con estas preguntas bien masticadas a una reunión con un inversionista te dará puntos.

 

Tu ego no juega

Tom Chi, creador de los Google Glass, mentor irrazonable e inversionista en varias empresas tiene una filosofía: si me presentas una idea, quiero volver a platicar contigo en 6 semanas. Si identifico que eres bueno aprendiendo en ese periodo, entonces estoy dispuesto a poner dinero.

Nos hemos topado con esta misma mentalidad con varios fondos en México. Quieren que el emprendedor muestre su capacidad de aprendizaje y ajuste en el modelo de negocios. Esto implica una actitud de escucha y humildad. Con tus clientes, empleados y con el inversionista mismo. Deja el ego-emprendedor fuera. Pero apégate a tu visión. Siempre.

 

La paciencia es reina

Toda buena relación tarda en cuajar. Hemos platicado con varios fondos que dicen: si no he conocido al emprendedor por lo menos 6 meses, no invierto.  Así que paciencia. Hay que generar relaciones de confianza duraderas, ir a la oficina del inversionista una vez y platicarle lo que traes en mente. Enviar actualizaciones por correo electrónico y reunirte con él quizá un par de meses después. Mostrar progreso, dejar que te hagan las preguntas difíciles y compartir el resultado a la aplicación de aquel consejo que te dio en la última reunión.

Haz sentir valioso al inversionista. Montse Mora, mentora irrazonable dijo una vez algo muy revelador a los emprendedores irrazonables: si quieren reunirse conmigo otra vez, tienen que ganárselo. Si logras esto, se enganchará.

 

Escoge bien

¿Crees que escoger con quien te vas a casar es importante para tu vida? Escoger con quien asociarte es casi igual de importante. ¿Compartes valores y filosofía?, ¿sientes la confianza para tener una conversación difícil?, ¿te tomarías una cerveza con ese inversionista cada semana si pudieras? Cada vez que te reúnas con el potencial inversionista observa detenidamente, evalúa y sopesa. No te vayas con la finta de encontrar dinero rápido. Trabaja la relación y define desde un inicio cómo quieres llevarla. La vida-muerte de tu empresa puede depender de esta decisión. Tómala a conciencia.

*livm

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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