¿Cómo 'hackear' tu cerebro?

Irrazonable - Mente -
Si queremos cambiar el mundo, definitivamente necesitamos pensar diferente. Y de vez en cuando, golpear tu pecho como un gorila. Foto: Flickr CC
Si queremos cambiar el mundo, definitivamente necesitamos pensar diferente. Y de vez en cuando, golpear tu pecho como un gorila. Foto: Flickr CC

CIUDAD DE MÉXICO.- Arrancar una organización o empresa implica vencerte a ti mismo en dos niveles: el primero, el externo, cuando tus papás, amigos y la tía que ves dos veces al año y que no tiene vela en el entierro te “sugiere” que deberías mejor “conseguir una chamba” y dedicarte a hacer cosas serias. ¡Vaya presión!

Al igual que Ted Turner, fundador de CNN, varios de nuestros más cercanos quizá hagan eco con su declaración: "Mi hijo es ahora un emprendedor. Así te llaman cuando estás desempleado". Pero la presión externa es fácil de vencer. Al final si eres irrazonable, seguirás tu sueño.

El problema viene cuando la presión proviene de ti mismo: cuando tus miedos, tu pasado, alguna experiencia de fracaso, tu contexto familiar y tu indecisión te juegan en contra. Entonces tu cerebro parece estar en el otro lado de la mesa, negociando en tu contra.

El cerebro es una herramienta maravillosa. Vamos a suponer que te encuentras a 1 minuto de salir al escenario y pitchar tu gran idea irrazonable frente a 500 personas. En el auditorio se encuentran posibles inversionistas dispuestos a entablar una conversación seria contigo y escribirte un cheque.

Y este es el escenario…

Tiemblas mientras las manos te sudan y sientes un ligero dolor de cabeza. Del estómago sientes vacío y una sensación de sofocamiento te invade. En ese momento tu cerebro comienza a “protegerte” y hábilmente comienza su labor negociadora: “¿estás preparado? ¿Tienes claros los números que presentarás en la quinta diapositiva? ¿Y si equis inversionista no llegó? ¿Y si mejor agarro mis ‘chivas’ y me largo a algún otro lado? ¡Mamá… no quiero estar aquí!” (experiencia propia… y no está cool).

Nuestra carga genética de millones de años hace que en una situación en que nuestra mente y cuerpo consideran “de peligro” (como el peligro de hacer el ridículo frente a 500 personas), el cerebro active mecanismos de defensa milenarios, parecidos a aquellos que experimentaban los cavernícolas cuando se les aparecía de repente un tigre dientes de sable: el sistema simpático nervioso secreta adrenalina y hormonas, dando al cuerpo un estímulo y la fuerza para cualquiera de las siguientes dos opciones: pelear o huir.

Volvamos a tu pitch. Ahora te quedan 30 segundos para salir al escenario. En un twist inesperado en la historia, consciente de que tu cuerpo y tu cerebro están intentando convencerte de que tienes que pelear o huir, decides luchar contra ti mismo de una manera muy particular:
 

Primero comienzas a brincar en tu lugar durante 10 segundos


 

Después fuerzas una carcajada como si acabaras de escuchar el último chiste de Polo Polo


 

Y finalmente golpeas tu pecho como un gorila antes de entrar en batalla.

La verdad es que tomas una bocanada de aire profundo, sales al escenario, ¡y tu pitch es todo un éxito!

¿Qué pasó? Estas sencillas técnicas según estudiosos de la D. School en Stanford son técnicas para “hackear” tu cerebro, es decir, acabas de jugarle un truco: al brincar tu cuerpo ha secretado endorfinas, las hormonas de la felicidad, neurotransmisores que en este preciso momento están diciéndole a tus neuronas que mantenga la calma. Tan solo reírte como “loco” ha hecho que tu cuerpo baje sus niveles de cortisol y adrenalina e incluso he enviado una señal a tu sistema inmunológico de estar “más alerta” y golpear tu pecho como si fueras un gorila ha generado reacciones químicas similares: has bajado tu nivel de miedo, subido el nivel de energía y afianzado tu sistema inmunológico.

Entonces, si el cerebro es “hackeable”... ¿podemos jugarle más trucos que nos permitan ser mejores, más eficientes y tener mayor impacto?

Uno de nuestros valores irrazonables es “abraza el miedo”. Una de las maneras que estamos “hackeando” nuestro cerebro es entendiendo lo siguiente: “si sientes miedo, por ahí es”. Estamos constantemente entrenándonos como organización a entender que el miedo es una señal más de que “tienes que hacer algo”.

Recuerdo haber estado sentado atrás de un gran empresario en un vuelo rumbo a la Ciudad de México y pensé: “le tengo que platicar en 1 minuto lo que hace el Instituto”. Mi mente quiso negociar conmigo, como si fuera quinceañero que no se atreve a sacar a bailar a la guapa de la fiesta, estuve 30 minutos decidiendo. Pero en el momento que asumí, acepté tener miedo y me di cuenta de que eso me comprometía a ser coherente con mi organización y me forcé a presentarme.

Cambié las prioridades en mi mente: la presentación misma dejó de ser importante. Mucho más motivación fue saber que estaba venciéndome a mí mismo. Enséñale a tu cerebro a pensar así. Pronto tendrás menos filtros y muchos menos límites.

Otro tip práctico que hemos aprendido de nuestros mentores para cambiar la manera en que abordamos los problemas es aceptar el aprendizaje como “la máxima” de nuestra organización.

Tom Chi, mentor irrazonable, dice que el conocimiento es enemigo del aprendizaje. Si siempre estás en “aprendizaje-mode”, significa que no te encuentras casado con tus ideas, sino que buscarás la manera de “generar aprendizaje” en torno a un problema. Esto nos ha ayudado a aprender a tomar decisiones con la información correcta.

Cuando con el equipo estamos discutiendo un tema, la pregunta central es: ¿tenemos la suficiente información? ¿Qué necesitamos aprender adicionalmente para tomar la mejor decisión? Si es algo relacionado con ofrecer un servicio nuevo a nuestros emprendedores, en vez de cada quien defender su idea, directamente nos planteamos hablar con cinco de ellos (nuestros emprendedores) en llamadas telefónicas cortas. Entonces, con información nueva “aprendida” y “no-asumida” nos volvemos a reunir y a deliberar. En vez de llegar a una reunión a “defender”, llegas a “exponer”. Evitas así fricciones y tomas decisiones más sabias.

Hay muchos otros “hacks” interesantes. Por lo tanto les queremos compartir esta charla fascinante donde nuestro mentor expone con más detalle algunas de estas técnicas. También nos ha enseñado que para aprenderlas, al igual que para aprender a andar en bicicleta, hay que practicarlas.

Si queremos cambiar el mundo, definitivamente necesitamos pensar diferente. Y de vez en cuando, golpear tu pecho como un gorila.

 

Youtube Imagen
Icono Play youtube

*livm

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
Icono de te puede interesar de en dineroenimagen

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR