¿Cómo evitar ser pobre en la edad adulta?

Los ingresos de las personas adultas mayores son bajos debido a las siguientes causas: Primero, las personas adultas mayores que permanecen en el mercado laboral son principalmente aquéllos sin pensión ni jubilación, quienes trabajan por cuenta propia o en el sector informal en actividades que generan bajas remuneraciones.

Segundo, la proporción de adultos mayores que no reciben ingresos por concepto de pensión o jubilación es alta, situación generada por un esquema de seguridad social vinculado directamente a la condición laboral y en un país donde se ha estancado el desarrollo en muchas décadas refleja una compleja realidad.

En la actualidad se debate la importancia de una reforma de pensiones al sistema privado, las Afores y es una primera señal de que la es urgente actualizar algunos parámetros para que los futuros pensionados puedan mejorar sus ingresos. Actualmente si una persona gana 10 mil pesos al mes, solo recibirán alrededor de 3 mil pesos.

Para evitar ser pobre en la edad adulta y si se tiene Afore es importante que la Reforma que se apruebe por el congreso aumente la cuota de aportación obligatoria para que pase del 6.5% al 15% y de esta manera las personas puedan alcanzar hasta un 70% de su sueldo. Es importante darle certidumbre jurídica a las Afores porque han demostrado buena administración de los recursos y sobre todo transparencia, el trabajador sabe que es dueño de una cuenta individual.

Esto es solo para las personas que trabajan en una empresa privada, pero el problema de los adultos mayores es más complejo.

Es importante la creación de nuevas empleas formales, es decir, en la medida en que las personas acceden a empleos asalariados y con prestaciones sociales podrían estar ubicándose en estratos más altos, lo cual parece ir de la mano con tener derecho a atenderse en ciertas instituciones de salud y a una pensión.

Es necesario impulsar el sistema de pensión mínima garantizada que busca cubrir el riesgo principal de las personas de no contar con recursos financieros ni activos productivos suficientes para sostener un nivel mínimo de consumo en la edad adulta.

La situación socioeconómica de hombres y mujeres en la vejez no se puede entender sólo desde la perspectiva del ingreso o la seguridad social. En México, como en otros países en desarrollo donde las instituciones de seguridad social no protegen universalmente a su población en la vejez, tienden a auxiliarse de la propia familia, pero también de la participación económica, la cual se desarrolla en condiciones de precariedad o en su defecto abandonan a los adultos mayores.

Frente a esta condición de inseguridad económica y social, la población adulta mayor en condiciones de vejez continúa siendo proclive a la explotación en el mercado de trabajo: su pobreza se extiende a los últimos años de su vida. La evidencia muestra una gran diversidad en estas condiciones en las diferentes entidades de la república, pues mientras algunas presentan un mayor desarrollo social con impacto en la situación económica de los mayores, en otras el rezago histórico sigue afectando la calidad de vida de la población, incluyendo a aquellos que alcanzaron una mayor esperanza de vida.

Si bien el ahorro voluntario no ha funcionado como se esperaba sigue siendo una alternativa con buenos rendimientos. Además, el tema de la informalidad se debe a que muchas personas no están en la economía formal porque el mercado laboral no ha cambiado y se debe de hacer algo para incorporarlos porque de lo contrario corren el riesgo de no tener ninguna pensión.

Para evitar ser pobre en la edad adulta se necesitan políticas públicas razonables y sobre todo que se puedan financiar porque de lo contrario solo quedarán en buenas intensiones.

Si en algo se ha fallado como sociedad es en relegar a los adultos mayores porque al final de su vida productiva algo habrán aportado a la economía del país y es una pena que por tener un país donde se frenó por muchos años el crecimiento económico hoy se paguen las consecuencias y a este paso las futuras generaciones también lo harán.

Por: Jorge Sánchez Tello*

*Director del Programa de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros- FUNDEF A.C. twitter @jorgeteilus @fundef

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