Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

21 Ene, 2019

Austeridad y buenos resultados

 

Madrid.

Este sábado, 19 de enero, Guadalupe, un Boeing 787-9 de Aeroméxico, despegó de la Ciudad de México hacia Madrid y a bordo iba Miguel Torruco, secretario de Turismo.

El funcionario federal dice que ha asistido a todas las ediciones de la Feria Internacional de Turismo de España (Fitur) y ésta no será la excepción.

Pero, a diferencia de la forma en que llegó el año pasado y el anterior y muchos más, no voló en business class, o Premier como se llama en Aeroméxico, sino en turista.

Ello, no obstante, que antes solicitó permiso para pagar el asiento que se hace cama con su dinero o con los puntos que ha acumulado como viajero frecuente.

Presidencia de la República le dijo que todos los funcionarios, comenzando con los de alto nivel, deben viajar en la zona más económica de los aviones comerciales; como lo hace el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Por ello tampoco pudo aceptar la invitación de Miguel Alemán Magnani, dueño de Interjet, para viajar a Madrid en su avión privado como lo hizo en su momento, por ejemplo, Claudia Ruiz Massieu cuando era secretaria de Turismo.

Gloria Torruco, esposa de Miguel, sí fue a Madrid en clase Premier y su lugar lo obtuvo con puntos.

Hace años, cuando el autor de este espacio cubría informativamente las actividades del presidente Ernesto Zedillo, ocurrió que Luis Téllez, como secretario de Energía, no llegó a tiempo a una reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) porque le “tembló la firma” para fletar un avión.

La discusión entonces fue si en situaciones como aquella estaba justificado que se utilizaran los recursos del Estado, para llegar a una reunión en la que México perdió muchos millones de dólares por no estar presente.

Con una lógica de negocios, las empresas apoyan a sus principales ejecutivos para que vuelen en los mejores asientos, aterricen descansados y rindan óptimamente en sus viajes, sobre todo si son transoceánicos.

Ahora, la lógica de la eficiencia y las buenas cuentas está supeditada a mantener la confianza de decenas de millones de AMLOvers que aplauden porque México se está librando de una clase gobernante, supuestamente integrada por pillos.

Los riesgos son privilegiar la imagen de honestidad sobre la efectividad y generar una confianza basada en gestos de escaparate, cuando en el fondo pudieran persistir los vicios.

Si además de que los secretarios viajen en turista, el país mejora y crece habrá que reconocer visión y altura de miras, pero si en las grandes decisiones políticas, como el combate al huachicoleo, AMLO ha dicho que no va por los dramas; también sería teatral anteponer la austeridad y luego dar eventuales resultados mediocres o malos.

DIVISADERO

Inversiones. SBE, de Sam Nazarian, anunció una asociación con Be Grand, de Nicolás Carrancedo, para desarrollar 10 propiedades en la Ciudad de México y el Área Metropolitana con la marca Mondrian. La construcción del primero, en Polanco, comenzará el primer trimestre de este año y tendrá 144 habitaciones y suites; además de 126 residencias.

 

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