Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

11 Oct, 2019

Las nuevas reglas de la política turística

Este 25 de octubre, en el Tianguis de los Pueblos Mágicos, en Pachuca, Luis Araiza será elegido presidente de unidad por la Asociación de Secretarios Estatales de Turismo (Asetur).

Lo hará a partir de su oferta de trabajar por nuevas fuentes de financiamiento para los destinos turísticos de México; también de identificar alianzas entre estos mismos y de buscar sinergias con la iniciativa privada.

Además, ofreció construir una coordinación ejecutiva y un secretariado técnico para fortalecer la institucionalidad de Asetur, en uno de los momentos más retadores para la actividad turística de México.

Terminará así la presidencia de Jorge Manos, titular de turismo de Campeche, quien llegó contra viento y marea siguiendo las instrucciones del entonces gobernador Alito Moreno, hoy presidente del PRI.

Quizá, precisamente, porque demostró empuje, pues abrió su inscripción como candidato, incluso con el apoyo de un notario, muchos pensaron que sería un presidente que se opondría a decisiones claramente negativas para el turismo que se tomaron en el gobierno federal.

Entre ellas, la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) y la cancelación de los presupuestos para infraestructura turística de la Secretaría de Turismo federal.

Según cuentan quienes vivieron esos momentos, él mismo estuvo por hacer una defensa más frontal; aunque, para ello, pidió la unidad del gremio, lo que nunca pasó.

Aunque en las reuniones más intensas le llegaron a decir que no había “magos” para que “desaparecieran” el Consejo, ni remotamente la mayoría de los secretarios obtuvo el respaldo de sus gobernadores para confrontar a la Sectur.

Un hecho significativo, pues si bien el turismo representa en México casi 9% del Producto Interno Bruto (PIB), se trata de una actividad que no está en crisis, que habitualmente crece arriba del promedio del resto de la economía y está respaldada por grandes inversiones de la iniciativa privada.

En cambio, algunos gobernadores se mostraron preocupados por confrontar al gobierno del presidente López Obrador debido al turismo y que éste castigara a sus entidades en asuntos tan sensibles como la seguridad, la salud y la educación.

Así es que Manos optó por mantener el diálogo, muy bueno por cierto, con Miguel Torruco, secretario de Turismo federal.

Digamos que, más allá de las palabras altisonantes que sí se dijeron en Asetur contra la 4T, la mayoría prefirió ir por el lado de la conciliación.

Manos también hizo un esfuerzo por nombrar un director general de Asetur, un ejecutivo que hiciera un trabajo profesional para reforzar al organismo; pero allí el problema fue la falta de pago de las cuotas de un número importante de estados.

Incluso hubo casos deplorables, como el de Eduardo Yarto, secretario de Turismo de Zacatecas, quien criticó este proyecto y bloqueó a buenos candidatos a la dirección general, como Heriberto Hermosillo y Bettyna Benítez; pero que, además, no ha pagado una sola de las aportaciones que le corresponde a su entidad.

Ahora Manos está trabajando en los proyectos del actual gobernador, Carlos Miguel Aysa, y se menciona para hacerse cargo de un tema nacional; mientras, Araiza ya está pensando cómo construir a favor del turismo con las nuevas reglas del juego.

 

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