Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

7 Dic, 2018

Otro clavo al “ataúd” del CPTM

Miguel Torruco, secretario de Turismo, ofreció su primera conferencia de prensa y en ella anunció la liquidación del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), un desafortunado desenlace para la institución que reportó grandes cuentas el sexenio pasado.

Quizá no con la vehemencia que hubiera esperado el sector privado, pero el propio Torruco trató de defender inútilmente al CPTM ante el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Hay una anécdota según la cual López Obrador le dijo a Torruco: “No sé de qué te quejas, si le voy a dar el mayor aumento presupuestal al turismo”.

Claro, se refería al Tren Maya.

El hecho es que cuando llegó a tomar posesión de su oficina en el octavo piso de Presidente Masaryk 172, este lunes, ya tenía la instrucción irrevocable de liquidar al CPTM.

Incluso algunos legisladores de Morena, que saben de la importancia de la promoción turística, quisieron abogar por el CPTM, pero el propio Torruco les confirmó que no había nada por hacer.

El funcionario dijo que la promoción se hará desde la Secretaría de Turismo y con los recursos que le asigne la Secretaría de Hacienda y apruebe el Congreso de la Unión.

Añadió que cuando fue secretario de Turismo de la Ciudad de México, había logrado impulsar la promoción con recursos de la iniciativa privada y un presupuesto muy limitado.

Digamos que en números redondos, en su primer año tuvo unos 40 millones, en el segundo, 50 millones y en el tercero, 60 millones, que realmente eran fondos mínimos, para hacer la promoción de una ciudad del tamaño de la CDMX.

La fórmula que utilizó fue la siguiente: Primero tomó esos recursos y los empató con los del CPTM, después, impulsó alianzas  con empresas privadas como Aeroméxico, ADO, Expedia e Interjet.

En el mejor de los casos hizo 2.5 veces por cada peso que invirtió, pero el problema ahora es que no podrá aportar su parte del CPTM.

También celebró alianzas con empresas como la Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE), a la que le condonaba algunos permisos temporales o le permitía usar infraestructura pública a cambio conciertos.

Torruco, seguramente logrará multiplicar, con esquemas parecidos, los limitados recursos que le asignará Hacienda para la promoción.

Desgraciadamente, los alcances de ese esquema son mínimos y además se requeriría de un andamiaje legal, que facilitara ese tipo de acuerdos que hoy sería complejo armar con las reglas vigentes de la administración federal.

Sorprende también que no haya habido una defensa más activa por parte de la iniciativa privada, aunque es conocido que el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), que preside Pablo Azcárraga, sigue en comunicación con Alfonso Romo y tratando de influir en la Secretaría de Hacienda.

Los siguientes días serán cruciales para defender lo poco que se pueda salvar para la promoción turística.

Nos dicen, por ejemplo, que no se debe descartar que algunos de los profesionales más comprometidos y eficientes del CPTM pudieran ser invitados a integrarse a la Cancillería, pero con las limitantes de la nueva estructura salarial.

 

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