Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

27 Nov, 2020

Un grupo que reinventa el turismo de Chiapas

Carlos y Fernando Gutiérrez son hermanos, socios y propietarios del Hotel BO, “agua” en tsotsil, y hasta ahora están poniendo en marcha un proyecto que trazaron hace ocho años.

Para ello tuvieron que esperar a que Manuel Velasco, senador de la República, terminara su mandato como gobernador de Chiapas o, más puntualmente, para que su mamá, Leticia Coello, dejara de ser la mujer más poderosa de la entidad.

Lo que inició como una gran relación entre los Gutiérrez y Velasco Suárez, tomó un derrotero imprevisto cuando él originalmente los describía como los empresarios turísticos más visionarios de la entidad.

El BO es un hotel boutique con un diseño inspirado en el sincretismo cultural de la plaza y donde los hexágonos del piso de las calles del centro entran hasta las paredes de la recepción; mientras la grecas y textiles de las comunidades indígenas son reinterpretadas por la estética contemporánea.

Los Gutiérrez contrataron a Ricardo Muñoz Zurita, reconocido chef e investigador de la gastronomía mexicana, para que diseñara el primer menú y luego por esa cocina han pasado varias estrellas culinarias.

Mexicanos y extranjeros celebraban el arrojo y buen gusto del hotel, que ponía en valor la cultura de San Cristóbal... Igual que la mamá de Velasco.

Así es que un día pronunció una palabra con sentido imperativo: “Véndanmelo”.

De nada sirvió explicarle que el inmueble era herencia familiar, tampoco que era su proyecto de vida.

A la negativa siguieron los hostigamientos, las auditorías y la decisión de la señora de comprar los terrenos que ellos habían elegido para su segundo hotel en Palenque.

El problema creció hasta que los Gutiérrez grabaron uno de los conatos de chantaje y le mandaron copia al gobernador.

La evidencia no se hizo pública, pues los empresarios no buscaban un escándalo, sino conservar su hotel.

Tras el fin del gobierno de Velasco pudieron seguir adelante con el segundo inmueble, que esperan inaugurar en Chiapa de Corzo en la segunda mitad de 2021.

Su idea es mostrar la influencia cultural del sur de España en aquella ciudad.

También el exquisito trabajo con laca, la marimba Nandayapa y hacer paseos por el Cañón del Sumidero en lanchas de lujo operadas por miembros de las cooperativas para que también hagan negocio.

En Palenque tienen una propiedad vía un comodato a 50 años con el Fonatur, de Rogelio Jiménez Pons; un nuevo modelo para cerrar alianzas público-privadas.

Como le ha pasado a los empresarios turísticos del país, la pandemia no alentó la solidaridad del gobierno federal, así es que ellos corrieron con cuatro meses de salarios sin clientes y la única visita de la autoridad fue la del IMSS, amenazando con clausurarlos si no pagaban las cuotas atrasadas.

Para estos empresarios, la base de los negocios es que se aplique el Estado de derecho y están diseñando incluso un seguro, para garantizar que los extranjeros lleguen a tiempo a tomar sus aviones y recobrar su visita.

Otra historia que evidencia que la clave para que Chiapas avance económicamente es que se respete la ley.

 

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