Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

4 Jul, 2018

Los que apuestan a AMLO

Por ridículo que parezca, el “destape” que Belinda hizo de Marcelo Ebrard como próximo canciller en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, no hay que desestimarlo. En el círculo cercano del tabasqueño existe la percepción de que podría haber ajustes al gabinete que anunció en diciembre de 2017.

Como se sabe, AMLO nombró a Héctor Vasconcelos, hijo del laureado escritor José Vasconcelos, como secretario de Relaciones Exteriores, pero la cantante deslizó el nombre de Ebrard sin que hasta ahora nadie del equipo de El Peje lo haya desmentido, como sí sucedió con Guillermo Ortiz para Hacienda.

Pero en fin: lo cierto es que se empiezan a configurar los grupos de trabajo por áreas. Le decía ayer que Alfonso Romo, el coordinador de la Oficina de la Presidencia, tendrá la responsabilidad de armar el gabinete legal y ampliado. No la va tener fácil, porque ya se empiezan a observar algunos jaloneos.

Por ejemplo Carlos Urzúa, el próximo secretario de Hacienda, está subiendo directamente a sus principales colaboradores. Arturo Herrera, Gerardo Esquivel, Patricia Armendáriz y Edgar Amador. El primero podría ser subsecretario del ramo, el segundo de Egresos, la tercera de Ingresos y el cuarto del SAT.

Para entender la influencia de Romo hay que remontarse años antes. Desde el 2006 acompaña al tabasqueño. Le encomendó el Proyecto de Nación, documento base del plan de este nuevo gobierno que quedó materializado en el Proyecto18mx que se presentó en la Asamblea Nacional de Morena en noviembre.

Esta plataforma la trabajaron Esteban Moctezuma, Laura Esquivel, Claudia Sheinbaum y Adrián Rodríguez Macedo, este último, colaborador de Romo en Grupo Plenus y fallecido apenas en enero pasado. Los cuatro reportaban directamente al empresario regiomontano nacido en la CDMX.

Tras la ausencia de Rodríguez, que era coordinador económico, tomaron posición más protagónica Abel Hibert y Eugenio Nájera. Ambos, ejecutivos también de Romo, son los que están coordinando los grupos de trabajo de la parte económica-financiera. También interviene Rogelio Ramírez de la O.

Un subgrupo muy importante para López Obrador y Romo es el de la banca, donde la banca de desarrollo tendrá una alta prioridad. Es estratégica porque se vislumbra como detonador de la actividad económica. Se quiere retomar el espíritu que alentó la Reforma Financiera de Enrique Peña Nieto.

El diagnóstico que realizó Luis Videgaray como promotor de la misma cuando era secretario de Hacienda fue el correcto: no hay crédito suficiente, el que hay es caro y está concentrado en cinco grandes bancos. El problema fue que en la realidad dicha reforma no se llevó a la práctica.

Hoy el crédito y el negocio bancario están monopolizados por BBVA Bancomer, que preside Luis Robles Miaja; Banorte, de Carlos Hank González; Citibanamex, que lleva Ernesto Torres Cantú; Santander, que encabeza Marcos Martínez, y el HSBC, que capitanea Nuno Matos.

Romo conformó un grupo de ocho personas que están trabajando el tema de la banca y el nuevo estatus que para democratizar el crédito y estimular con él a la actividad productiva deberá tener la banca de desarrollo y los bancos mexicanos pequeños que no pueden crecer en un entorno oligopólico. Considere ahí a Adalberto Palma, Alejandro Reynoso y Ricardo Solís. El primero fue director de Banker Trust y vocal del IPAB; el segundo fue director de Desarrollo de Mercados de la Bolsa Mexicana de Valores y de Protego, y el tercero secretario general de la Universidad Autónoma Metropolitana.

El subgrupo agropecuario lo lidera el empresario Jorge Fenyvesi, director general AGROMOD; en energía dos veracruzanos: Luis Abelardo González Quijano, director de la empresa Ecoenergiza, y Carlos Morales, presidente del Consejo Estatal de Morena en esa entidad. Y en el área educativa, y particularmente en cultura deportiva y física, agregue a Dieter Holtz, el exdirector de la cadena estadunidense de universidades Laureate Education México y más recientemente de Aeromar.

JIMÉNEZ ESPRIÚ

Siguiendo con los equipos de Andrés Manuel López Obrador, no pierda de vista a Javier Jiménez Espriú, el virtual próximo secretario de Comunicaciones y Transportes.

El foco de este también empresario lo pondrá en el derrotero del proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM). En un hecho poco ortodoxo y que le podría acarrear problemas, se conoce que encomendó a su hijo, Javier Jiménez Gutiérrez, el análisis legal de los contratos que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto ha asignado hasta ahora. El espontáneo “asesor” es maestro en Leyes y en Políticas Públicas y actualmente es socio del bufete Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle. Jiménez Espriú también ya seleccionó al que seguramente será su subsecretario de Transportes, que en la práctica supervisará la construcción del NAIM, si es que no lo cancela AMLO. Se trata de Carlos Morán Moguel, exdirector general de Educación Tecnológica e Industrial de la SEP, con Aurelio Nuño. También fue director de Aeronáutica Civil en la SCT, director Técnico y Operaciones de Aeroméxico, director Comercial de Compañía Mexicana de Aviación y director de Turborreactores.

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