Bebés llorones en la IP

La minuta de la junta de gobierno del Banco de México confirma lo que ya se ha sentido de la economía.

El segundo trimestre tuvo una grave caída económica, deseablemente la más grande en la historia del país.

La recuperación dependerá del ritmo de la reapertura y que no será como lo ha señalado la Secretaría de Hacienda, en forma de V, sino de U. Incluso, establecen que podría ser una W si se presentan rebrotes de covid que obliguen a cerrar la economía.

Si bien es cierto que el diagnóstico del pasado es correcto y la visión del futuro parecería ser totalmente correcta, excede las capacidades del instituto central, que ha mantenido una correcta política de tasas de referencia que ha impedido, entre otras cosas, desórdenes en el sector financiero y ha mantenido una coordinación ejemplar con la Secretaría de Hacienda.

Hoy, las medidas que se deben tomar deben estar en la reactivación económica. Es equivocada la creencia del gobierno federal acerca de que la recuperación se dará por sí misma o por el empuje que dará el T-MEC, dos ideas profundamente neoliberales, pero que tienen un impacto muy limitado.

Hasta el momento, el gobierno sólo ha aplicado algunos pequeños apoyos a ciertos grupos vulnerables que tienen un poder mínimo para reactivar la economía, pues equivalen al 0.5% del PIB. En el ámbito de los gobiernos locales, destaca la corrección con la que, hasta ahora, ha venido trabajando el gobierno de Claudia Sheinbaum, no únicamente en la contención de la crisis de salud, sino en la reactivación económica.

Ha sido el sector privado, destacadamente el financiero, el que ha reaccionado mejor a la crisis. Fueron los primeros en aplicar programas de prórrogas y ayuda a sus clientes, que fueron seguidos por otras instituciones, como el Infonavit, y que hoy ya se encuentran planteando cómo apoyarán la reactivación económica.

BBVA México plantea la colocación de 18,000 hipotecas este año, con una inversión superior a los 23,000 millones de pesos. Se trata de la apuesta más grande de la institución que comanda Eduardo Osuna.

Banco de Santander, encabezado en México por Héctor Grisi, disminuyó a 7.75% la tasa de interés de su hipoteca, cuando el promedio del mercado está en 10.25%, con lo que espera colocar 10,000 créditos en la segunda mitad de este año.

Algunos otros bancos, como Banorte, están tratando de seguir estrategias de este tipo, pero con un impacto proporcionalmente menor.

Hoy es claro que, al menos en la imaginación del gobierno, ya pasó la crisis económica, porque también, en su cabeza, la pandemia va de salida y pronto el país estará bien y de buenas, por lo que esta administración ya decidió no hacer nada o, bueno, ocurrencias inútiles, como querer quitar computadoras de la Secretaría de Energía, del Imcine, en un alocado recorte de 75% en el gasto de las dependencias, como si todas tuvieran el mismo nivel de gasto y/o dispendio.

Mantener el orden en las finanzas públicas, aumentar la recaudación por la vía de disminuir a su mínima expresión los actos de corrupción son efectos deseables en éste y en cualquier otro momento.

Esperar que la reactivación llegue por la vía de apoyos gubernamentales es un error grave. Hay cámaras y confederaciones de la iniciativa privada que siguen en el necesitamos que el gobierno como si fueran bebés llorones. Es tiempo de valientes.

REMATE LÓGICO

Como era de esperarse, los graves problemas financieros de Banco Famsa ya arrastraron, finalmente, a Famsa, la tienda que dio origen a este grupo de empresas, que fue destruida a conciencia por la mala administración de Humberto Garza junior, quien acabó mal lo que comenzó su padre hace prácticamente medio siglo.

Garza junior, quien hizo unas monumentales pataletas en el proceso previo a la intervención del banco (gritaba, amenazaba, lloraba, pedía perdón y luego reiniciaba) mientras trababa de desviar los recursos a Promobien, una empresa de los mismos socios, repite muchas de las tristes historias de hijos que terminan con lo que hicieron sus padres.