¿Crisis de principio de sexenio?

Independientemente de que para el mexicano promedio es irrelevante si una crisis económica comienza en 2024 o hasta el año siguiente, el Presidente activó un debate en torno a las posibilidades de que ocurra “por factores externos” cuando él haya concluido el periodo para el que fue elegido.

El Padre del Análisis Superior determinó que es necesario analizar, junto con un nutrido grupo de expertos en economía, cómo debe ser tomado el pronóstico del jefe del Ejecutivo.

Primero, se deberán descartar aquellos que suponen que se trató de una declaración más focalizada, por lo que no debe ser tomada con mucha seriedad, palabras dirigidas al corazón de su audiencia que se perderán con el tiempo. Quienes piensan así, sólo hacen una expresión evasiva de deseo.

Comencemos por las causas externas: el sistema de la Reserva Federal dejó claro ayer que su intención es seguir disminuyendo la inflación prácticamente a cualquier costo. Determinaron un aumento de 25 puntos base en la tasa de referencia, para llevarla al nivel más elevado desde septiembre de 2007. Un rango entre 4.75 y 5.00 por ciento.

Un experto muy respetado por el PAS dice que cuando las tasas de referencia suben tanto, algo se rompe. El sistema financiero de Estados Unidos ha tenido que enfrentar varias quiebras que han generado tensión en los mercados financieros. No se trata de una crisis sistémica, pero hay mucha incertidumbre sobre el el ciclo quiebra/rescate privado con ayuda del gobierno. Estas medidas de urgencia no pueden normalizarse.

El corazón de la inflación en Estados Unidos se está pareciendo al de la mexicana, el componente subyacente sigue muy elevado. En este contexto, la política de tasas pierde efectividad, aun cuando es fundamental.

La mayoría de los analistas internacionales, incluso después de haber escuchado los intentos de tranquilizar por parte de Jerome Powell, están convencidos de que habrá una recesión y las peguntas son: ¿cuándo?, ¿qué tan profunda?

REMATE DOMÉSTICO

En cuanto a México, es necesario establecer que se han mantenido equilibradas las finanzas públicas. Como el PAS le ha informado en los últimos días, el optimismo de la Secretaría de Hacienda, encabezada por Rogelio Ramírez de la O, es compartido por una buena parte de los analistas, ahí están los pronósticos que hacen en la encuesta del Banco de México.

Si bien es cierto que la inflación se mantiene muy elevada y prácticamente se da como un hecho que en la próxima decisión de política monetaria del Banco de México, gobernado por Victoria Rodríguez, el aumento en la tasa de referencia será de 25 puntos base, su impacto en el consumo ha sido verdaderamente limitado. Los que más han incrementado de precio son, precisamente, los servicios.

Los datos duros demuestran fortaleza en el crecimiento, todavía sin recuperar el nivel per cápita que se tenía al cierre de la administración de Enrique Peña, sin embargo, hay quienes consideran que no podrá mantener este ritmo y, mucho menos, elevarse en lo que resta del actual gobierno.

No únicamente preocupa la desaceleración económica de Estados Unidos, que pudo constatarse con su más reciente dato de crecimiento por debajo de las expectativas del mercado, sino también los crecientes desequilibrios que se están dando en las finanzas públicas.

Las presiones de gasto están subiendo, lo cual ya es evidente en los datos de finanzas públicas. Si hacemos una medición de lo que va de esta administración, resulta que el déficit público ha crecido casi 180%, en una buena medida por los programas sociales y los cada vez mayores sobrecostos en las llamadas obras insignia de esta administración.

Las elevadas tasas de interés han propiciado un crecimiento de casi 80% en el costo de la deuda, sumando el impacto que tienen la CFE y Pemex. No es casual que el subsecretario de Hacienda Gabriel Yorio haya insistido en que no piensan realizar inyecciones de capital para la petrolera que dirige Octavio Romero.

REMATE POLÍTICO

Un factor que debe ser considerado con mucho cuidado es el clima político en ambos lados de la frontera, puesto que en los dos habrá procesos electorales muy competidos y que, en el camino, irán sembrando una gran cantidad de batallas e insultos. Preocupan más las acciones que tome el gobierno de México y su partido, Morena, puesto que son cada vez más claras las señales con respecto a que, si no están ahuyentando abiertamente la inversión, sí la están retrasando para determinar cómo se decantarán los asuntos.