David Páramo

Análisis superior

David Páramo

18 Ene, 2021

Más Claudia

 

Claudia Sheinbaum debe estar en la lista de los gobernantes locales que han hecho bien las cosas durante la pandemia. Algunos otros son Francisco Domínguez, de Querétaro, o Alejandro Murat, de Oaxaca, quienes han encontrado espacios presupuestales para dar ayudas directas que permitan paliar los efectos económicos de la pandemia. Héctor Astudillo, de Guerrero, ha manejado con gran inteligencia el equilibrio entre controlar la pandemia y mantener la actividad económica en Acapulco, Ixtapa y Taxco, donde se encuentra la mayoría del empleo formal en su entidad.

En la otra cara hay algunos cuyas acciones sólo pueden ser comprendidas desde su intención de construir el espacio para sus siguientes aspiraciones políticas. Tal es el caso de Enrique Alfaro quien usa al gobierno de Jalisco como una bandera de oposición.

La jefa de Gobierno de la CDMX ha buscado medidas innovadoras que permitan enfrentar la propagación de la pandemia y mantener las actividades económicas. Su buen trabajo le ha permitido al gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, simplemente esconderse detrás de ella.

La manera en la que Sheinbaum ha buscado acuerdos con diferentes gremios es la correcta. Lo que se logró con restauranteros y gimnasios es el camino que debe seguirse. Reuniones semanales en las que, con datos duros, se tomen acciones a la medida. Ella es la que mejor ha entendido que la pandemia va para largo y que se debe ser flexibles.

 

  • REMATE PREOCUPACIÓN

La relación entre México y EU se está complicando por lo menos en dos vías: las acciones que ha tomado el gobierno mexicano, las cuales resultan agresivas para las agencias del gobierno de aquel país —y que van más allá del partido gobernante— y, en segundo término, el tránsito entre una relación cercana con un Donald Trump, quien no ha dejado de mostrar su amistad con el gobierno de México, y el necesario cambio de la misma.

Esta relación presentará otras aristas verdaderamente preocupantes, como la operación del T-MEC en lo laboral, el cuidado del medio ambiente y el sector energético. En esas tres aristas la agenda del Partido Demócrata será mucho más dura en contra de los intereses de México.

A muchos preocupa la baja capacidad del nuevo equipo de la Secretaría de Economía, encabezado por la muy inexperta Tatiana Clouthier, a pesar de que tenga a Alfonso Romo tras el trono, asesor fantasma o cualquier otra manera que tenga de vérsele. Si bien es cierto que Romo es considerado un hombre con las mejores intenciones, lo cierto es que sus resultados en promover temas han sido cercanos a cero durante la presente administración.

 

  • REMATE ENERGÉTICO

Probablemente, en el sector energético de esta administración se concentran los funcionarios más desapegados de la realidad: Manuel Bartlett, quien se sabe total y absolutamente intocable ya que actos ilícitos, como falsificar documentos oficiales, son tomados como una simple anécdota o decisiones que en el corto plazo terminarán siendo ruinosas.

Por si el director de la CFE fuera poco, está Rocío Nahle,
una secretaria de Energía que sigue una agenda ideológica inaceptable en un país democrático en contra de las energías renovables, las empresas privadas y la modernidad.

Su reacción ante los cuestionamientos más recientes del gobierno de EU permiten suponer que están buscando un enfrentamiento con aquel país o que no tienen la capacidad de medir lo que está en juego. La posición de Estados Unidos al hablar de un bloqueo energético es mucho más que declarativa. Es fácil suponer que pronto pasarán a las acciones.

 

  • REMATE CUESTIONARIO

Si, como dicen las autoridades, el tema de las remesas es tan fácil de arreglar y se trata sólo de un caso (del más grande operador de remesas en efectivo), ¿por qué las autoridades no han hecho nada? ¿Por qué sólo hacen declaraciones ante un problema que amenaza con terminar en desorden constitucional? ¿Por qué no toman acciones?

Parecería que, en lugar de estar resolviendo el problema, solamente se la pasan haciendo declaraciones de lo terribles que serían los efectos colaterales, evidentemente no deseados por nadie. Quizá quienes pueden tomar acciones deberían recordar que el camino más corto entre dos puntos es la línea recta.

Dejar en congresistas, quienes evidentemente no conocen el tema, es, por lo menos, estar haciendo las cosas muy complejas, sin necesidad.

 

 

 

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