David Páramo

Análisis superior

David Páramo

16 Ago, 2018

No avanza el TLCAN

El proceso de modernización del TLCAN no está avanzando como sería deseable y, al menos en este punto, las posibilidades de que llegue a un buen convenio parecen bastante lejanas.

Estados Unidos y Canadá se encuentran sumidos en una crisis diplomática, en la cual parecería que ninguna de las dos naciones tiene interés en tener contactos con su contraparte. Los presidentes Donald Trump y Justin Trudeau simplemente han decretado una suerte de congelamiento en las relaciones.

Estados Unidos ha visto en esta crisis diplomática una gran oportunidad para buscar un acuerdo de libre comercio bilateral con México. Trump ha sido particularmente insistente en tener convenios bilaterales por encima de los multilaterales.

El sólido e integrado equipo mexicano (en el que participan los gobiernos entrante y saliente, de la mano de la iniciativa privada) sigue determinado a que el convenio se mantenga trilateral, puesto que fortalece los intereses nacionales.

En este punto no es claro si el gobierno de Canadá se integrará a las pláticas en el corto plazo, puesto que hay mucho camino por recorrer antes de llegar a la mesa de negociación del acuerdo comercial.

México ha utilizado el tiempo para tratar de avanzar en los temas bilaterales del acuerdo comercial, pero tampoco ha tenido un avance significativo. Las líneas rojas ahí siguen y no se ve disposición de Estados Unidos de moverse.

Reiteran que quieren la cláusula Sunset, que terminaría el acuerdo comercial a los 5 años, lo que resulta inaceptable puesto que no da seguridad jurídica a la inversión ni permite establecer planes de largo plazo.

Mantienen una posición inflexible en cuanto a los capítulos que tienen que ver con resolución de controversias, puesto que quieren que todo se haga en Estados Unidos y bajo sus leyes.

Como lo han hecho desde el principio de la negociación, mantienen la idea de establecer cuotas y plazos a las exportaciones. Este punto también resulta inaceptable puesto que disminuiría la competitividad de uno de los sectores más poderosos de la economía mexicana.

En cuanto a las reglas de origen del sector automotriz, muestran en algunos puntos señales de esperanza, pero todavía se encuentran muy lejos de hacer propuestas que puedan resultar aceptables en un sector que opera de una manera totalmente global.

Si bien es cierto que el proceso de modernización del TLCAN se mantiene y que el equipo mexicano está haciendo un gran trabajo, es necesario ir dando una mayor ponderación a la posibilidad de que termine este acuerdo comercial.

RECOMENDACIONES

Entre los aficionados a la impunidad hay algunos que gustan de hacer atentas recomendaciones para intentar proteger a los suyos.

Luego de lo publicado, ayer, en esta columna, sobre las disputas de Benito Neme con los miembros del órgano interno de control de Capufe, aparecieron miembros de esta fauna para ofrecerme, a través del amigo de un amigo, datos, según los cuales, el funcionario es compadre del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, lo que le garantiza estar de cierta forma, incluso por arriba del secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza.

Para documentar lo bien parado que está Neme dentro de ese universo paralelo, en el que los funcionarios públicos son omnipotentes y no deben rendir cuentas a nadie si tienen alguna clase de vínculo con la persona adecuada, me confiaron que éste trabaja más o menos de martes a jueves porque su familia vive en Houston y que despacha en una oficina de Capufe en la Ciudad de México a pesar de que la dependencia tiene su matriz en Cuernavaca.

Este intento de defensa es, francamente, absurdo, puesto que plantea algo así como que los funcionarios públicos no están sujetos a ninguna clase de control, que no hay organismos dentro del gobierno o la sociedad civil que supervisan a las instancias del gobierno o que el sexenio no terminará el 30 de noviembre.

El tema, como lo planteé en la anterior entrega, es determinar las razones por las cuales Neme ha bloqueado el nombramiento de los representantes de la Secretaría de la Función Pública y consistentemente ha tratado de entorpecer el trabajo del representante del OIC, Sergio Coppel.

Son irrelevantes el carácter o las relaciones personales de Neme. Lo único que importa es determinar, con base en la ley, si los funcionarios de Capufe están cumpliendo con las normas o no. La transparencia debe ser una obligación indiscutible.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube