David Páramo

Análisis superior

David Páramo

14 Mar, 2019

Sindicatos de protección

Durante la pasada época del corporativismo, el PRI impulsó el desarrollo de muy fuertes centrales obreras, el cuarto sector de su partido, que básicamente se dedicaban a vender contratos de protección a las empresas y a ser un factor de movilización política para el partido entonces hegemónico.

La reforma laboral que se realizó entre los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto no tocó a los sindicatos que siguieron operando igual que en las últimas décadas, es decir, haciendo mucho dinero los líderes, sin realmente defender los derechos de los trabajadores y teniendo especial cuidado en mantener la paz laboral. Sí, ésa que beneficiaba a los líderes sindicales, patrones y especialmente al gobierno, pero pocas veces a los trabajadores.

Los gobiernos tienen pánico reverencial a los sindicatos. En el programa de rescate de Pemex no considera de ningún modo quitar los privilegios y prebendas exorbitantes que tiene el sindicato encabezado por Carlos Romero Deschamps quien, como la mayoría de los líderes de esa agrupación, son insultantemente ricos. Algo similar sucede con los cabecillas de la CNTE o la dirigencia del SNTE.

A pesar de ser miembros de la Organización Internacional del Trabajo desde 1955, México firmó el Convenio 98 que básicamente tiene que ver con la posibilidad de que los trabajadores elijan libremente a qué sindicato pertenecer, que puedan existir varios sindicatos en una misma empresa. Este convenio pone en graves problemas a los sindicatos de protección (conocidos también como blancos o charros), ya que las cuotas sindicales ya no son pagadas por la empresa, sino por el trabajador, es decir, les da poder de elegir a qué sindicato pertenecer.

REACCIÓN

Sindicatos de protección, especialmente los vinculados con la CROC, han reaccionado tratando de aumentar la afiliación. Hace unos días, le informé que a ciertos grupos de trabajadores les ofrecen descuentos y promociones por integrarse a estas organizaciones.

Existen versiones en el sentido de que la CROC, encabezada Isaías González Cuevas, está ofreciendo comprar sindicatos como si se tratara de negocios particulares para aumentar su tamaño. Adicionalmente, la CROC está organizando conflictos que son inflados por algunos tontos útiles, como la supuesta posibilidad de una huelga en Walmart, para mostrar algo de poder y mantener el negocio que les ha hecho multimillonarios. A González Cuevas no sólo le ha reportado grandes ganancias ser líder de esta central, sino que, además, le ha servido para mantener una larga carrera como legislador del PRI. Es un hecho que la Secretaría del Trabajo, encabezada por Luisa Alcalde, está enfrentando uno de los periodos más tensos en materia de conflictos laborales de los últimos tiempos; sin embargo, vale la pena preguntarse si la paz de antes beneficiaba a los trabajadores.

ARISTAS

Es natural que la adopción del Convenio 98 de la OIT y la llegada de un nuevo gobierno cambiaran las reglas del juego en el sindicalismo, más aún si se considera la llegada de Napoleón Gómez Urrutia no sólo al Senado de la República con la intención de crear una nueva central obrera que se convierta en el cuarto sector de Morena.

Así, en un lado están los sindicatos tradicionales que durante muchos años tuvieron mucho éxito con un modelo de negocios basado en controlar trabajadores, no inquietar a gobierno ni empresas, a cambio de que sus líderes se volvieran escandalosamente ricos.

Si piensa en el bienestar de los trabajadores, ése no le importa a la mayoría de los líderes sindicales. De hecho, si toma las herramientas del Padre del Análisis Superior, los trabajadores han obtenido mejores condiciones directamente de los empresarios y no a través de los sindicatos.

La lucha comenzó con las maquiladoras de Tamaulipas. De acuerdo con la versión de la propia Secretaría del Trabajo, el contrato colectivo de estas empresas se ajustaba de acuerdo con la inflación y cuando ésta era muy alta, empresas y sindicato pactaban no aplicarlo.

Ante el cambio de juego, los sindicatos con la titularidad descubrieron que era momento de ponerse rudos y otros encontraron con una oportunidad de afilar. Otra vez, no se trata del bienestar del trabajador sino el negocio de los líderes.

DETALLES

Luego del adelanto del Padre del Análisis Superior sobre las condiciones a la concentración de Disney con Fox, entre las que destaca la obligación de vender los canales de Fox Sports, vale la pena ver los detalles.

Se les da un plazo de 6 meses, prorrogables por un periodo igual, para que hagan la venta. En este tiempo deberán ser una operación diferente a la fusión para lo cual deberán nombrar a grupos independientes de administración; un agente vendedor y un auditor independiente que garantice que se mantenga el valor del negocio en marcha.

A partir de este momento habrá que estar muy pendientes en torno a quiénes podrían ser los compradores. Para algunos es una gran oportunidad de consolidarse como grandes grupos de televisión y, para otros, aumentar el tamaño de su músculo.

 

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