David Páramo

Análisis superior

David Páramo

13 Ago, 2018

¿Terminó la magia de López Obrador?

El análisis de los hechos económicos, desgraciadamente, está marcado por creencias tan absurdas como creer que la relación peso-dólar es del mismo tipo que la del trueno con el martillo de Thor; sin embargo, esta profunda desinformación no únicamente permea en las capas más bajas de la población, sino que, por momentos, se cuela en algunos medios de comunicación y es utilizada con fines políticos.

Desde poco antes de la elección presidencial, cuando era evidente que Andrés Manuel López Obrador ganaría la elección y que Morena tendría la mayoría en el Congreso de la Unión, se registró una apreciación del peso que se mantuvo en los días posteriores a la elección.

Este hecho, visto de una manera aislada, alcanzó para que los fanáticos más fieles construyeran historias, en el mejor de los casos exageradas, sobre la confianza que despertó la victoria electoral de este partido entre los mercados internacionales.

Si esas afirmaciones fueran ciertas, entonces habría que estar muy preocupados por lo que pasó el viernes, toda vez que el peso perdió 1.77% frente al dólar y terminó la sesión en niveles de 18.90 y en algunos momentos estuvo por encima de los 19 pesos por dólar, puesto que significaría que se terminó la luna de miel, a pesar de las señales que provienen de la modernización del TLCAN e incluso de las generosas referencias tuiteras de Donald Trump hacia López Obrador.

Como he venido documentando en esta columna, haber asegurado que el tipo de cambio se iría a más de 23 pesos por dólar con la victoria de López Obrador es tan absurdo como asegurar que por ese hecho el tipo de cambio estaba bajando hasta tocar niveles de 18.40 que, por cierto, están todavía un peso por encima de los que se registraban hace un año.

VERDADES

Durante las últimas décadas, el peso mexicano se convirtió en una moneda global, gracias a la baja inflación, solidez de las finanzas públicas, así como la profundidad de sus mercados. La moneda de México se ha convertido en un depósito de valor mundial, por lo que se utiliza masivamente para hacer coberturas en los mercados emergentes.

Hoy, 70% de las operaciones que se hace con pesos mexicanos no tiene que ver con México, lo que ciertamente genera una volatilidad adicional, pero confirma que se percibe como una caleta para todos los mercados emergentes.

Así, los movimientos del tipo de cambio deben ser comprendidos bajo los siguientes axiomas.

Se trata de un tipo de cambio libre que se ajusta de acuerdo con los agentes económicos y no con la política establecida por un gobierno. Los movimientos de corto plazo en el tipo de cambio no establecen la maldad o bondad de un gobierno.

Si un gobierno va perdiendo la confianza de los agentes económicos, primero disminuyen las calificaciones a la deuda, aumenta el llamado riesgo país y comienzan a generarse corridas de capital.

Los mercados comienzan a utilizar otras monedas para realizar coberturas, por lo que disminuye sustancialmente la operatividad de la moneda determinada y crece la de otras. No ha sido el caso de México en más de una década.

Cuando aproximadamente siete de cada 10 pesos no tienen que ver con México, otorgarle a cuestiones domésticas poderes definitivos es, por decir lo menos, una exageración tan grande que lleva a cometer muy grandes errores.

Los asuntos domésticos han funcionado de una gran manera. La economía mexicana ha crecido de manera sostenida desde 2009, la inflación es de las más bajas del mundo y, en general, todas las variables económicas funcionan bien.

Por lo demás, el proceso electoral se dio de una forma ejemplar. La elección fue libre y democrática, no se generaron incertidumbres derivadas del proceso y eso fue reconocido en la parte del proceso.

La buena relación mostrada entre el gobierno de Enrique Peña Nieto y la próxima administración, abona de una gran manera a construir mantener la estabilidad en materia económica.

APRENDIZAJE

Ver cada día la cotización del tipo de cambio y ajustarla a nuestra creencia política es la mejor receta para cometer errores graves de percepción. Quienes hacían fiestas asegurando que la confianza generada por López Obrador explicaba el nivel de tipo de cambio tendrían gravísimos problemas para justificar lo que ocurrió el viernes con el nivel de tipo de cambio, puesto que sus supuestos fundamentos eran falsos.

La caída del peso fue en paralelo con todas las monedas de mercados emergentes y tuvo su origen ante el desplome de la lira de Turquía, ante la aplicación de sanciones por parte del gobierno de Estados Unidos que generó una gran inestabilidad en los mercados globales.

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