99 de cada 100 trabajadoras domésticas mexicanas carecen de la estabilidad laboral, esto al no contar con un contrato escrito que respalde sus derechos y prestaciones.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi, en nuestro país existen un total de 1.8 millones de trabajadoras que se ganan la vida al realizar distintas actividades domésticas; específicamente corresponde al cuarto trimestre (octubre-diciembre) del 2021.
Únicamente 4 de cada 100 trabajadoras domésticas tienen acceso a los servicios de salud; mientras que 28 de cada 100 reciben prestaciones (tal como el pago de aguinaldo y vacaciones).
Los datos especifican que el 86% de las trabajadoras domésticas realizan los quehaceres de limpieza y otras actividades complementarias; mientras que el 11% se encarga de cuidar y atender a menores de edad, personas con alguna discapacidad y adultos mayores; únicamente el 2% se emplea en las tareas de lavado y planchado de ropa; mientras que el 1% tiene la responsabilidad de cocinar, cuidar el jardín, vigilar las propiedades, entre otras tareas.
Sus jornadas laborales son muy pesadas, ya que en promedio trabajan 30 horas a la semana. Sin embargo, 42 de cada 100 se esfuerzan durante 35 horas o más; mientras que 40 trabajan entre 15 y 34 horas a la semana; únicamente 18 trabajan menos de 15 horas semanales.
Y lo más injusto es su nivel de ingresos, debido a que en promedio se les paga $38 por cada hora trabajada; Incluso el 58% recibe apenas un pago de salario mínimo; el 38% obtiene hasta dos salarios mínimos; y únicamente el 4 recibe el pago de hasta tres salarios mínimos.
¿Cuál es el rango de edad?, los datos especifican que las trabajadoras domésticas tienen en promedio 44 años de edad; es decir que se concentran en un rango entre los 30 a 44 años, en su mayoría.
Lamentablemente su escolaridad es mínima, dado que el 41% de las trabajadoras domésticas cuenta con estudios a nivel secundaria; el 37% a nivel primaria; el 17% a nivel medio superior y superior; mientras que únicamente el 5% no tiene estudios.
Los datos del Inegi demuestran el gran esfuerzo y las necesidades que enfrentan las trabajadoras domésticas.
Con información del Inegi
*amm