Avanza uso biométrico en aeropuertos del país

CIUDAD DE MÉXICO.- En 2020, Viva Aerobus será la primera aerolínea mexicana en utilizar la biometría en los aeropuertos. La empresa planea realizar las primeras pruebas de reconocimiento facial en el primer trimestre de ese año, reveló Juan Carlos Zuazua, director general la aerolínea.

Estamos por incorporar muy pronto reconocimiento facial en los aeropuertos. En el primer trimestre del próximo año ya van a estar las primeras pruebas en el aeropuerto de Monterrey. Lo estamos trabajando nosotros y pronto lo vamos a incorporar a todos los aeropuertos”, dijo a Excélsior.

Pero Viva Aerobus no es el único avance que tendrá la industria sobre el tema, pues el Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) también trabaja un piloto de tecnología biométrica con SITA para implementarlo en el Aeropuerto de Tijuana.

Uriel Torres, director general de SITA para México y Centroamérica, confirmó que se trata de un piloto de reconocimiento facial y destacó que es una oportunidad muy importante para un aeropuerto bilateral como Tijuana, en donde se ubica el Cross Border Xpress que conecta a esa terminal con San Diego, California. Se espera que el proyecto se concrete el próximo año.

El directivo recordó que los primeros avances en el uso de biométricos en México fue la instalación de 100 quioscos automatizados en los aeropuertos de Ciudad de México, Los Cabos y Cancún, a finales de 2017.

El primer esfuerzo que se ha hecho en México fue la instalación de quioscos biométricos en los que se capturan huellas y fotos de las personas que entran al país. La tecnología está avanzando. Además, México analiza la posibilidad de migrar a un pasaporte electrónico que contaría con chip”.

OPTIMIZACIÓN

Uriel Torres explicó que hoy en día en los aeropuertos de Estados Unidos donde se realiza el abordaje con reconocimiento facial, la optimización de los tiempos se ha reducido hasta 30 por ciento. “Algunas aerolíneas que tenemos hoy en México ya utilizan este proceso en Estados Unidos como en Orlando, donde se realiza el reconocimiento facial”, apuntó.

Desde finales del año pasado, los pasajeros del Aeropuerto Internacional de Orlando pueden disfrutar de un embarque 100% biométrico en vuelos internacionales. Además, desde principios de año, SITA, en conjunto con la Autoridad de Aviación de Orlando, British Airways y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) iniciaron un piloto para embarcar a los pasajeros de la aerolínea con tecnología biométrica. Lo anterior permitió que el abordaje de casi 240 clientes se hiciera en 15 minutos con sólo mirar una cámara y sin tener que presentar pases de abordar o pasaportes.

Mientras que Delta Air Lines lanzó a finales de 2018 la primera terminal biométrica en el Aeropuerto Internacional de Atlanta, conocida como la Terminal F. Con estos avances los clientes que viajan desde un destino internacional tienen la opción de usar tecnología de reconocimiento facial desde que llegan a la terminal hasta la puerta de salida.

La experiencia opcional, Delta biometric permite hacer check-in en los quioscos del vestíbulo y entregar maletas facturadas en ese punto, servir como identificación en los puntos de registro de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés), abordar un vuelo en cualquier puerta de salida de la Terminal F y pasar por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza para viajeros internacionales llegando a Estados Unidos.

Los beneficios de esta tecnología alcanzan a los socios de Delta que operan en la Terminal F como Aeroméxico, Air France-KLM y Virgin Atlantic.

UNA BUENA ACEPTACIÓN

Uriel Torres también dijo que actualmente ocho de cada 10 pasajeros estadunidenses están dispuestos a usar tecnología biométrica y 59% de los pasajeros a nivel global también acogería esta opción según una encuesta de esta empresa.

A pesar de ello, señaló que entre los grandes retos que aún enfrenta Latinoamérica para la incorporación de esta tecnología están la inexistencia de pasaportes biométricos como un primer paso hacia la integración de sistemas mayormente compatibles con tecnología de ese tipo y la creación de bases centrales de datos de los viajeros.

Para lo cual primero tiene que haber una infraestructura protegida y respaldada que permita almacenar o tratar esos datos de forma segura, en la que se logre compartirlos para su verificación en los diferentes procesos y desde cualquier dispositivo y que existan protocolos contra pérdidas de información, incluyendo robo de identidad y posibles ciberataques.