CIUDAD DE MÉXICO.- Moody’s mejoró la perspectiva de la calificación de México –lo que fue anunciado el miércoles– porque en los próximos 12 o 18 meses no vislumbran un giro abrupto de las políticas públicas.
El candidato que gane la presidencia, sea del partido que sea, encontrará finanzas públicas sólidas y una economía en crecimiento. No podrá hacer cambios importantes ya que tendrá el contrapeso del Congreso, las dependencias públicas y las instituciones", afirmó Jaime Reusche.
El responsable de la calificación crediticia de México por Moody’s señaló que el nuevo presidente, se encontrará con un déficit fiscal del uno por ciento PIB para fines de 2018, por lo que incluso tendría cierto margen para elevar el gasto aunque dicho espacio fiscal sería muy limitado.
Reconoció que en gran medida el cambio de perspectiva, de negativa a estable, en la calificación de A3 para el perfil de deuda soberana de México, estuvo motivado principalmente por el menor peligro de una disolución del TLCAN.
En conferencia telefónica desde Miami, Reusche agregó que los lastres que impiden elevar la calificación, son:
- Corrupción
- La informalidad,
- Las deficiencias en educación
- El limitado respecto al Estado de derecho y la debilidad de las instituciones, por ejemplo del poder judicial.
SIN MAYORÍA
Explicó que el nuevo escenario base de su firma estima que el Congreso no tendría mayoría de ningún partido, por lo que funcionará como contrapeso a las decisiones de cualquier presidente que llegue al poder.
Aclaró que de ninguna manera el cambio en la perspectiva de la nota mexicana implica un espaldarazo de Moody’s al candidato puntero, Andrés Manuel López Obrador, o a alguno de los aspirantes.
Sentenció que, de darse un cambio abrupto en las políticas económicas o una vuelta atrás en las reformas estructurales del país
en la próxima administración, se provocaría una baja en la calificación crediticia del país.
dvr
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