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El Banco de México (Banxico) es el único responsable de decidir y dar a conocer la política económica que sigue el país, así como las acciones que se toman para mantener estable el nivel de inflación, el cual es su objetivo principal.
De acuerdo con el artículo 45 de la Ley del banco central, “quienes asistan a las sesiones deberán guardar confidencialidad respecto de los asuntos que se traten en ellas, salvo autorización expresa de la Junta de Gobierno para hacer alguna comunicación”.
A las juntas de decisión de política monetaria se suman el secretario y subsecretario de Hacienda, quienes tienen voz, pero no voto.
A ello se suma que la Comisión de Cambios del Banxico, el órgano encargado de la política cambiaria en el país, está integrada por el secretario y subsecretario de dicha dependencia, el Gobernador del Banco de México y dos miembros de la Junta de Gobierno, y quien toma la decisión es el secretario de Hacienda, lo que no da autonomía al banco central.
Hace dos semanas el presidente Andrés Manuel López Obrador se adelantó al anuncio de Banxico sobre la decisión de política monetaria e informó un alza en la tasa de interés de referencia de 50 puntos base.
Un día después, el mandatario reveló que fue el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, quien le informó por adelantado que la Junta de Gobierno del banco central había decidido aumentar su tasa de interés de 6.0% a 6.5% Sin embargo, el artículo 43 de la misma ley marca las causas de remoción de un integrante de la Junta de Gobierno y en su fracción V describe que será removido quien utilice en beneficio propio o de terceros, la información confidencial de que disponga en razón de su cargo, así como divulgar la mencionada información sin la autorización de la Junta de Gobierno.
Pero hasta el momento no se ha dado a conocer ninguna sanción para Rogelio Ramírez de la O, ni cambio en los protocolos que se siguen en las reuniones de política monetaria.
Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, consideró probable que bajo esta y otras administraciones los presidentes hayan conocido la decisión de Banxico antes que se publicara. Sin embargo, fue la primera vez que alguien anunció anticipadamente lo que compete únicamente al banco central.
“A pesar de la inédita situación, el mercado financiero no reaccionó más allá de la sorpresa, pues no hubo cambios en portafolios de inversión que fueran visibles y que se manifestaran en pérdidas para el peso mexicano o para el mercado de capitales.
“Pero no hay que perder de vista que, aunque la filtración no tuviera un efecto visible sobre los mercados, mermaría la confianza sobre México si llegara a repetirse, pues uno de los pilares de la confianza es precisamente la autonomía del banco central”, dijo en entrevista.
Banxico es autónomo desde el 1 de abril de 1994 y tiene como objetivo primordial mantener el poder adquisitivo de la moneda bajo un esquema de baja inflación. En 2001 adoptó el régimen de objetivos de inflación y en 2003 estableció una meta de 3.0% con un margen de error de +/- 1.0%
Para mantener la inflación baja y estable el banco central instauró en 2008 como objetivo operacional a la tasa de interés, la cual desde ese año ha alcanzado un nivel máximo histórico de 8.25% y se encuentra actualmente, tras el anuncio de Banco de México, en un nivel de 6.50%.
Por: Karla Ponce
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