CIUDAD DE MÉXICO.- Tanto la inversión productiva total (pública y privada) como el consumo de los hogares mostraron debilidad en junio. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que la inversión fija bruta tuvo una reducción de 1.8% en junio respecto al mes previo, en tanto que el consumo privado registró un descenso de 0.8% en el mismo lapso.
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En el caso de la inversión, el Inegi detalló que se trató del peor desempeño en los últimos nueve meses, y la caída obedeció al retroceso del gasto en construcción, de 2.9% real, y del gasto en maquinaria y equipo, de 0.4% mensual.
En el caso del consumo, la caída interrumpió tres meses seguidos de avances, en el cual el rubro de bienes y servicios nacionales descendió 0.5% y el de bienes importados, 0.9 por ciento.
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Si bien la inversión y el consumo registraron tasas anuales positivas de doble dígito en junio por la baja base de comparación de 2020, todavía en el primer caso está 1.5% por debajo respecto del nivel prepandemia (marzo de 2020) y en el segundo caso apenas lo supera en 0.5 por ciento.
Juan Carlos Alderete y Francisco Flores, economistas de Banorte, explicaron en un reporte que para el caso de la inversión, su resultado está impactado por dos factores: “1) La prevalencia de problemas en las cadenas de suministro (con un impacto más sustancial en la maquinaria y equipo), y 2) incertidumbre, probablemente exacerbada por la nueva ola de contagios de covid-19”.
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Para el caso del consumo privado, consideraron que también fue impactado por el aumento de casos diarios de contagios por covid-19, pero añadieron que “la fortaleza de algunos fundamentales, tales como el empleo y las remesas, en conjunto con mejorías adicionales en el crédito pudieron haber limitado la disminución”.
Mejoría, cuando pase la ola
Juan Carlos Alderete y Francisco Flores, economistas de Banorte, consideran que si bien los datos de junio son un tanto negativos, impactados por un contexto global más complejo, especialmente por el fuerte deterioro en casos ante el esparcimiento de la variante Delta en julio y agosto, “pensamos que el desempeño en el tercer trimestre podría estar limitado por este factor”.
Sin embargo, piensa que hay puntos que harán que el efecto de una nueva ola sea más moderado, tales como el progreso en las vacunaciones, lo cual a su vez ha limitado una mayor alza en los fallecimientos; el cansancio en torno a la pandemia, con las personas mostrando mayor resistencia a detener sus actividades; y la renuencia de las autoridades por imponer restricciones más severas.
En nuestra opinión, todo esto ha resultado en niveles de movilidad resilientes”, explicaron.
Por: Paulo Cantillo
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