Economía EU: Desaceleración económica, con inflación al alza

La combinación de menor crecimiento y aumento de precios preocupa a los inversionistas. Los mercados caen mientras otra lectura de inflación alta dificulta que la Reserva Federal reduzca las tasas de interés en el corto plazo. La expectativa de ese escenario para la economía estadunidense sacudió los mercados de acciones y bonos tras publicarse dos datos decepcionantes: un crecimiento económico más lento y una inflación aún firme. 

El Producto Interno Bruto (PIB) se expandió a una tasa anual ajustada estacionalmente y a la inflación de 1.6% en el primer trimestre, según publicó la semana pasada el Departamento de Comercio, un retroceso con respecto al rápido ritmo del año pasado. El informe del jueves también sugirió que la inflación, utilizando el indicador preferido de la Reserva Federal, fue más firme de lo esperado en marzo. Eso da a los inversionistas otra razón para renunciar a la idea de que la Reserva Federal podría comenzar a recortar las tasas de interés en los próximos meses. 

Normalmente, una cifra de crecimiento decepcionante aumentaría las esperanzas de que la Reserva Federal reduzca las tasas de interés. Pero las continuas presiones sobre los precios complicaron ese panorama. La lectura de inflación provocó una venta masiva de títulos de renta fija, enviando los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años al 4.7%, su nivel más alto desde noviembre. Mientras tanto, las acciones estadunidenses cayeron, con el Dow Jones perdiendo 1.0%, o 375 puntos. Los inversionistas ahora están valorando una probabilidad del 19% de que la Reserva Federal mantenga las tasas de interés estables hasta fin de año, según los futuros de CME, frente a menos de 1.0% hace un mes. 

El informe del gasto del consumidor mostró que los consumidores estadunidenses siguen estando fuertes después de años de contratación laboral y crecimiento salarial. El gasto en atención médica, seguros y otros servicios siguió creciendo. Las medidas de la demanda subyacente siguen siendo sólidas, lo que llevó a los economistas a advertir que el mercado estaba reaccionando exageradamente ante un dato aislado. Una desaceleración en el gasto en bienes, como automóviles y gasolina afectó el crecimiento general. Los cambios en los inventarios de las empresas y el comercio internacional también desaceleraron la expansión del último trimestre, pero los economistas advirtieron que esas cifras pueden variar ampliamente a lo largo del año. 

Excluyendo los volátiles precios de los alimentos y la energía, el índice de precios de los gastos de consumo personal aumentó 3.7% en el primer trimestre a una tasa anualizada, por encima de las expectativas de un aumento de 3.4%. Los economistas ya habían revisado al alza sus expectativas sobre las presiones sobre los precios en marzo después de un informe de inflación separado a principios de este mes. El aumento implica que las presiones sobre los precios volvieron a ser fuertes en marzo y que las elevadas lecturas de inflación de enero y febrero pueden revisarse al alza cuando el Departamento de Comercio publique sus cifras de inflación de marzo el viernes. 

El estancamiento de la inflación en los últimos meses ha exacerbado una cuestión espinosa del año electoral para el presidente Biden, a pesar de las perspectivas económicas prometedoras. También ha planteado la posibilidad de que la inflación pueda situarse más cerca de 3.0% que el objetivo del 2.0% de la Reserva Federal. No obstante, los datos federales de las últimas semanas sugirieron que la economía estadunidense sigue impulsando las tasas de interés más altas en 23 años. 

En lo que va de 2024, los empleadores de EU han agregado personal a tasas que superan las proyecciones de Wall Street. La afluencia de inmigrantes está impulsando el crecimiento y los ingresos fiscales, dicen los economistas, incluso cuando pone a prueba los recursos de algunos gobiernos. Las compañías de tarjetas de crédito han informado recientemente que los clientes están gastando más que el año pasado. Esto se ha traducido en optimismo para muchas empresas a medida que la temporada de resultados se aceleró esta semana. General Motors mejoró sus ganancias después de que la fuerte demanda de camionetas y vehículos deportivos a gasolina impulsó el crecimiento año tras año en las ventas minoristas del primer trimestre. La industria de la guerra también está produciendo misiles, sistemas de defensa aérea y hardware espacial, en parte para llenar un retraso debido a las guerras en Ucrania y Oriente Medio. 

Algunas industrias han seguido desembolsando dinero para centros de datos, fábricas y otros proyectos intensivos en capital en todo el país, a pesar de los mayores costos de endeudamiento. No cabe duda de que la economía estadunidense parece demostrar resiliencia a corto plazo.

Por: Ismael Valverde-Ambriz.

Jbf