Economía mexicana: Se genera más “chamba” en el sector formal

Esta semana, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) dio a conocer que en octubre el número de puestos de trabajos afiliados al instituto fue de 22.3 millones, lo que representa un incremento en 173 mil respecto a septiembre y llegando a su mejor número desde que se tiene registro, por lo que deja muy atrás la caída que se dio durante la pandemia. ¿Cuáles serían las razones detrás de este comportamiento y qué beneficios genera a la economía?

Una forma sencilla de conceptualizar la producción de un bien o servicio dentro de la teoría económica es considerar que existen principalmente dos factores productivos: el trabajo y el capital. En algunos modelos económicos también se añade la tierra y la tecnología, pero de momento nos centraremos en los dos primeros.

De esta forma, tanto la producción como la productividad son parte de una dinámica entre los trabajadores y sus medios de producción, por lo que interactuando de buena forma, estos dos factores pueden ayudar a promover el crecimiento de una economía.

En México, el número de trabajadores en el sector formal ha estado aumentando desde agosto de 2020, cuando se contabilizaron 19.5 millones de empleos formales.

Al mismo tiempo, la inversión bruta de capital fijo también lo ha hecho a pasos agigantados, teniendo en agosto un incremento de 31.5 por ciento respecto al mismo mes del año anterior. La tendencia al alza de estos dos factores en su conjunto ha generado que, de acuerdo con cifras del Banco de México (Banxico), el índice de productividad laboral en el segundo trimestre del año repuntara a 97.96 unidades, su mejor registro desde el primer trimestre de 2021.

En un entorno en el que Banxico ha hecho el ciclo de alza de tasas más férreo de su historia reciente, es una agradable sorpresa constatar que el empleo pueda estar creciendo a un buen ritmo.

Sin embargo, hay por lo menos otros puntos que deben tomarse en consideración para conocer por qué la dinámica del empleo ha sido así. El primero es el auge del nearshoring, principalmente en los estados fronterizos; el segundo son los grandes proyectos de infraestructura construidos durante la actual administración. El primero ha atraído una gran cantidad de inversión extranjera directa al país, mientras que el segundo ha implicado una gran inversión pública. En ambos casos la demanda por trabajadores ha aumentado.

Otro beneficio que trae consigo un mayor número de empleos formales, además del dinamismo económico, es la recaudación tributaria, al incrementarse el número de contribuyentes. Durante los primeros diez meses del año, en el país se recaudaron cerca de 3.69 billones de pesos por este concepto, representando un aumento real del 10.2 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.

Mercado laboral en México

A pesar de un alza en el sector formal, la estructura del mercado laboral en México es compleja, pues gran parte de la población que se encuentra trabajando está todavía en el sector informal.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la tasa de informalidad laboral en el país fue de 41.19 por ciento para el mes de septiembre, mostrando una ligera tendencia a la baja desde 2014, cuando se encontraba en torno al 47 por ciento.

Contar con un empleo formal garantiza que los trabajadores y sus familias tengan derecho de gozar los beneficios que por ley se les ofrece, llámese atención médica, seguro de maternidad, protección contra accidentes y enfermedades por desempeñar su trabajo, acceso a crédito para adquirir una vivienda, entre otras. Existen también desincentivos que originan que no lo hagan, como el pago de impuestos o el lidiar con los trámites burocráticos, entre otros.

Un dato interesante: dentro de las cifras publicadas por el IMSS se destacan los puestos asociados a las personas trabajadoras del hogar, los cuales tuvieron un aumento de 19 por ciento respecto a octubre de 2022, siendo este uno de los sectores que registró un mejor desempeño. Sin embargo, el sueldo promedio diario para este rubro se ubicó en 283 pesos, colocándose 248.3 pesos por debajo del promedio general.

Quedan más temas por resolver, como la cuestión salarial o la mejora en las condiciones laborales.

Sin embargo, el empleo formal crece, generando un mayor dinamismo en la economía y con ello también la posibilidad de una mejor calidad de vida para las y los trabajadores, además de aumentar los ingresos para el

Estado. Sea su primera, segunda o última “chamba”, la población necesita las mejores condiciones para su desempeño.

Por Alfredo González y Erick Hernández, analistas de llamadinero.com