¿Estamos ante el fracaso del Euro?

Comenzó como una broma: la etiqueta de Twitter #euroboom se asoció con noticias sobre cualquier señal, aunque fuera muy sutil, de recuperación del área del euro
Economía -
¿Estamos ante el fracaso del Euro? Foto: Pixabay
¿Estamos ante el fracaso del Euro? Foto: Pixabay

CIUDAD DE MÉXICO.- Comenzó como una broma: la etiqueta de Twitter #euroboom se asoció con noticias sobre cualquier señal, aunque fuera muy sutil, de recuperación del área del euro.

Para 2017, cuando el PIB de Francia, Alemania e incluso España creció más del dos por ciento, esa etiqueta parecía describir un fenómeno real. Por desgracia, el #euroboom se transformó muy rápido en #eurogloom.

¿Cómo saber si un vehículo tiene adeudos de Tenencia?

Se cree que los datos relativos al PIB que se darán a conocer este mismo mes confirmarán que en el último trimestre de 2018 la economía de Italia se contrajo por segundo trimestre consecutivo, situación que se ajusta a una de las definiciones técnicas de recesión. Al parecer, Alemania se ha librado de la recesión, pero por un margen mínimo.

Es probable que la eurozona, formada en enero de 1999, para el día de su aniversario se encuentre al borde de otra recesión.

El euro ha resultado un fiasco económico. El crecimiento del PIB en la zona del euro ha quedado rezagado con respecto al de otras economías avanzadas, y en la Unión Europea en conjunto lo ha estado durante toda su existencia (antes de la crisis financiera, durante la recesión global y su continuación en la eurozona, e incluso durante el #euroboom reciente).

Quizá esta área habría tenido el mismo mal desempeño sin la moneda única. Sin embargo, algunos cálculos realizados para intentar comparar su desempeño con un mundo imaginario en el que no existiera el euro sugieren que no sería así. La década reciente ha sido la más cruda.

Una lista de los países con el peor desempeño en términos del PIB por persona desde 2008 incluye lugares que sufren un colapso geopolítico y, además, la periferia de la eurozona. Grecia ha crecido menos que Sudán o Ucrania. El desempeño de Chipre e Italia es peor que el de Brasil e Irán; el Reino Unido tiene una mejor posición que Francia y los Países Bajos.

¿Corren peligro de desaparecer las afores?

Para colmo, ahora que la eurozona arranca su tercera década, se vislumbra un nuevo declive económico. Sus causas son variadas. La producción de automóviles alemanes se ralentizó en tanto las empresas lograban definir cómo cumplir las nuevas normas aplicables a las emisiones. La economía de Italia se tambaleó debido a los conflictos de sus nuevos dirigentes populistas con Bruselas, que causaron nerviosismo en los mercados.

Las manifestaciones le dieron una zancadilla a la maquinaria económica de Francia. También le afectaron la ralentización de China y las difíciles condiciones financieras globales. Lo peor es que, si bien nadie podría haber anticipado hace dos o tres años qué fuerzas específicas se presentarían para obstaculizar el crecimiento de la Unión Europea, sí debería haberse previsto el regreso a una depresión.

Las economías de la eurozona deben superar muchos obstáculos estructurales que restringen el crecimiento.

No obstante, desde 2008 su principal limitación ha sido la baja demanda. Tras la crisis global, el crecimiento se recuperó por un periodo corto, pero se desplomó de nuevo debido a algunos problemas institucionales.

Los inversionistas temían que el Banco Central Europeo, o BCE, no respaldara los bonos de emisión nacional o los depósitos resguardados en bancos con seguros nacionales, por lo que se generó un ambiente de pánico. Ese temor fue desapareciendo conforme los dirigentes europeos comenzaron, aunque con cierta renuencia, a crear mecanismos supranacionales de estabilización, lo que le permitió al BCE comprometerse a respaldar a los bancos y los bonos nacionales.

No obstante, el crecimiento se mantuvo bajo, con todo y que el BCE decidió lanzar en 2015 un programa de estímulo sin plazo definido basado en la compra de bonos, parecido a los que ya estaban en marcha desde mucho antes en otras regiones.

Entonces sobrevino el #euroboom. Es cierto que la reforma y las medidas del BCE eliminaron obstáculos para permitir el crecimiento, pero la demanda importada del extranjero fue el factor que en realidad rescató al área de sus predicamentos.

¿A qué equivale la fortuna de Carlos Slim?

Entre 2013 y 2016, las exportaciones netas contribuyeron sustancialmente al crecimiento; el superávit de cuenta corriente de la eurozona saltó de alrededor del uno por ciento a cerca del cuatro por ciento del PIB. Puesto que la recuperación en las industrias de exportación redujo el desempleo, la demanda interna impulsó todavía más el crecimiento.

En 2017 y durante el primer semestre de 2018, el consumo aportó más de dos puntos porcentuales al crecimiento con respecto al PIB. Las inversiones aportaron un punto porcentual adicional. El bloque europeo atravesó una temporada de buena fortuna.

Si el gobierno chino no hubiera inundado su economía con estímulos, o si Estados Unidos no hubiera apoyado la producción global con sus amplios déficits comerciales, quizá nunca se hubiera materializado el impulso a la demanda necesario para volver a poner a los europeos a trabajar y que así pudieran gastar de nuevo.

Esto se debe a que las reformas aplicadas en Europa durante la crisis también incluyeron medidas draconianas para limitar los préstamos obtenidos por el gobierno.

El precio que pagó Alemania por apoyar a las economías debilitadas por la crisis fue la revisión del “pacto de estabilidad y crecimiento”, cuyo objetivo es mantener en línea los presupuestos. El nuevo convenio fiscal acordado en 2012 exige a los gobiernos mantener los préstamos netos a un tope del tres por ciento del PIB.

Aunque esta disposición no parezca muy gravosa, hay que tomar en cuenta que también deben mantener un déficit presupuestario estructural máximo (ajustado para tomar en cuenta el ciclo de los negocios) del uno por ciento del PIB si sus deudas son “significativamente” menores del 60 por ciento del PIB, y del 0,5 por ciento del PIB si su deuda supera ese nivel.

Los gobiernos con deudas superiores al 60 por ciento también deben tomar medidas para que regrese a un nivel por debajo de ese tope; sin duda, los países que se acerquen a ese límite recibirán advertencias severas. Las naciones que incurran en contravenciones tremendas de estas reglas se harán merecedoras de multas.

En Italia, cuya deuda pública se ubica alrededor del 130 por ciento del PIB, la frustración provocada por el statu quo llevó a los populistas al poder, pero estos se doblegaron y adoptaron una estrategia de sobriedad presupuestaria el año pasado después de que la UE amenazó con imponer esas sanciones.

La tabla periódica, cómo logró ser una herramienta tan importante de estudio

EURODOOM

De hecho, Europa les ha negado a los gobiernos la capacidad de aprovechar sus presupuestos para fomentar la demanda. Estos grilletes fiscales serían menos preocupantes si el BCE estuviera en una mejor posición para impulsar el gasto privado flexibilizando la política monetaria.

El problema es que su tasa de interés efectiva ya se encuentra en números negativos. La ralentización de 2018 ocurrió con todo y que el BCE mantuvo las compras de activos, aunque a un ritmo más lento que en 2016 y 2017.

El gasto extranjero podría mantener andando el motor económico de la eurozona. Pero es inestable, según ha descubierto el bloque monetario.

Era cuestión de tiempo que se presentara una racha negativa en la que el área del euro perdiera impulso y su incapacidad de sostener la demanda interna sin ayuda externa se hiciera evidente. El cambio de una época de auge a una de pesimismo era inevitable.

Pero no tiene por qué ser permanente. Europa podría flexibilizar sus restricciones fiscales. Mejor aún, podría aprovechar su capacidad fiscal combinada y mutualizar parte de su deuda para crear un presupuesto que le permitiera a la eurozona ofrecer un estímulo significativo.

México tiene su peor producción de gasolina en 30 años

Tales reformas requerirían un cambio significativo en el equilibrio del poder y la mentalidad europea.

Cambios de ese tipo ya se han dado en el pasado, durante momentos agonizantes de crisis. Sin embargo, si los diez años de #eurogloom no fueron prueba suficiente de la apremiante necesidad de contar con varias herramientas para fomentar la demanda, es difícil, además de atemorizante, imaginar qué podría serlo.

Tips para tus finanzas personales directo en tu correo.
Al registrarme acepto los términos y condiciones

  TAGS

Taboola
Icono de te puede interesar de en dineroenimagen

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR