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La nueva factura 4.0, cuya entrada en vigor se prorrogó hasta el 2023, tiene como objetivo evitar la defraudación por parte de empresas factureras, así como de empresas fantasma, aseguró la jefa del fisco, Raquel Buenrostro Sánchez.
Fue una medida preventiva para las empresas factureras y fantasmas, porque además de facturar gastos que no existen, también facturan nóminas que no existen. Por ejemplo, a los 18 años muchos jóvenes no están insertos en el mercado laboral, siguen estudiando, y entonces aprovechan para generar nóminas falsas”, explicó la jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT), durante la conferencia presidencial.
Buenrostro dijo que también se han detectado casos en adultos mayores que reciben pensión, y cuya razón social es usada por empresas fantasma.
También han detectado casos en la compra de autos deportivos, en donde usan un RFC con las iniciales del Indep. “Ahí es donde no cuadran las cosas, porque el RFC es de una persona y el nombre o razón social es de otra”.
Frente a estas situaciones que detectó el SAT es que la emisión de la factura 4.0 requiere de la razón social del contribuyente, así como el código postal del domicilio fiscal.
Por eso pedimos el código postal, porque es un dato que sólo lo tiene el contribuyente o el trabajador, no lo tienen las empresas. Las empresas a veces sacan el RFC de la CURP, y hacen sus intentos e inventan los RFC”, dijo la jefa del fisco.
Sobre la Constancia de Situación Fiscal, Buenrostro aclaró que su emisión para cumplir con la factura 4.0 nunca se solicitó ni fue un requisito del SAT. “La mayoría en sueldos y salarios no conoce el código postal ante el SAT, por lo que las empresas pidieron el dato y el documento con esa información”.
cva
