México se desaceleró previo a las elecciones, ¿por qué?

CIUDAD DE MÉXICO.- Con un ajuste a la baja sobre la estimación previa, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), confirmó que la economía mexicana perdió dinamismo durante el segundo trimestre del año, previo a la elección presidencial.

En su estimación oportuna, el Inegi preveía que el crecimiento económico en el segundo trimestre del año fuera de -0.1%, sin embargo, dio a conocer que con cifras revisadas en realidad la economía se contrajo más, -0.2%, revelando así una contracción económica mayor a la esperada.

El Indicador Global de la Actividad Económica, en el sexto mes del año corroboró lo que ya se infería del PIB oportuno, un dinamismo decreciente entre abril y junio, indicando que la actividad económica se vino moderando a lo largo del segundo trimestre y en el mes que se reporta observó su menor dinamismo del trimestre y el segundo menos acentuado del año”, precisó Carlos González, subdirector de análisis del departamento de estudios económicos de Scotiabank.

Agregó que este desempeño de la actividad económica lo determinó un débil ritmo de avance en la industria, asociado a la desaceleración de la actividad manufacturera; una desaceleración del sector servicios, donde 3 de sus 9 subsectores reportaron caídas en su actividad; y una significativa contracción del componente agropecuario.

En lo que refiere a su mediación a tasa anual, las cifras desestacionalizadas del Inegi revelaron que también hay una desaceleración, ya que el Producto Interno Bruto registró un crecimiento de 1.6%, en el segundo trimestre, después de que en el primer trimestre el crecimiento anual se ubicara en 2.3 por ciento.

Estos resultados, de acuerdo con Eduardo González, analista de Citibanamex, confirman que la economía perdió impulso en el segundo trimestre del año, debido a una menor demanda externa, la incertidumbre sobre la renegociación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte y sobre el proceso electoral en México hacia la presidencia, el endurecimiento de la política monetaria y el bajo margen del gasto gubernamental.

No obstante, “estimamos que las cifras siguen siendo consistentes con nuestra perspectiva de que la actividad económica crecerá 2.3% este año, ya que esperamos una recuperación gradual en la segunda mitad del año”, recalcó.

En sentido opuesto, Grupo Financiero Banorte, luego de conocer los resultados del Inegi, ajustó a la baja su perspectiva de crecimiento económico para este 2018.

Tomando en cuenta estos factores, modificamos nuestra previsión de crecimiento del 2018 de 2.5% a 2.1%, mientras que mantenemos nuestra expectativa de un crecimiento de 1.8% en el 2019”, precisó Gabriel Casillas, director general adjunto de Análisis Económico y Bursátil.