México: Un país que es todo, menos productivo

CIUDAD DE MÉXICO.- Luego de ocho años seguidos con cuando menos incrementos marginales, la productividad laboral del país volvió a retroceder en 2018. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía reportó que en todo el año este indicador cayó 0.7% en términos reales, el primer tropiezo desde 2009.

El lastre para el indicador que relaciona el nivel de producción del país con las horas trabajadas de la población ocupada se debió a que la productividad de las actividades industriales decreció 2.7%, lo que constituyó el cuarto año consecutivo en esta situación.

A esto se sumó el retroceso de la eficiencia laboral de las actividades de servicios en 0.1%, situación que no pudo ser compensada con el aumento de la eficiencia en las actividades agropecuarias, que avanzó 1.7 por ciento el año pasado.

Los resultados de la productividad laboral de México dan evidencia de que el crecimiento económico proviene, en mayor medida, de la acumulación del factor trabajo, es decir más personas ocupadas trabajando en promedio más horas, y no por una consecuencia de que esta mano de obra haya incrementado su eficiencia laboral por factores como una mejor capacitación y/o mejora de los procesos productivos en los que participa.

SEXENIO 2013-2018

Cabe recordar que en el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, el gobierno colocó a la productividad como eje toral de la política económica, en la cual se concluyó que el bajo crecimiento histórico de la economía mexicana obedecía al estancamiento de este indicador.

Así, en dicho plan se fijó como meta que, en ese periodo, la productividad laboral crecería 10% acumulado, como resultado en buena medida de las reformas estructurales que incrementarían la eficiencia laboral.

Sin embargo, los datos del Inegi muestran que, en el sexenio anterior, la productividad tuvo un crecimiento acumulado de 2.9%, lo que significa que no se alcanzó ni siquiera la tercera parte de la meta propuesta.

SECTORIAL

Los datos del Inegi también muestran resultados de la productividad en los sectores.

Así, el año pasado, la productividad laboral en la construcción creció 2.8% anual, en las manufacturas cayó 0.3%, en el comercio al por mayor retrocedió 0.6%, en el comercio al por menor subió 0.5%, y en los servicios privados no financieros creció 1.9% anual.

A su vez el Inegi mide otro indicador llamado costo unitario de la mano de obra, que divide las remuneraciones medias reales entre a la productividad laboral, lo que da una medida de qué tanto los salarios promedio se mueven conforme a la productividad.

En este sentido, el año pasado los salarios reales promedio subieron más que la productividad laboral en los sectores de la construcción, comercio al por menor y servicios privados no financieros, pues el costo unitario de la mano de obra avanzó 2.8, 0.5 y 1.9%, respectivamente.

En cambio, en los sectores manufacturero y comercio al por mayor los salarios subieron en menor proporción que la productividad, pues el costo unitario de la mano de obra para ellos retrocedió 0.3 y 0.6%, respectivamente.