¿Qué es la brecha salarial de género?

CIUDAD DE MÉXICO.- Ser mujer en el mundo laboral implica superar muchos retos y desafortunadamente no solo se trata de aquellos que cualquier profesionista debe enfrentar, para tener una carrera exitosa. 

Las mujeres en México y en gran parte del resto del mundo viven condiciones de discriminación y segregación ocupacional, que a pesar de que estamos en el siglo XXI, todavía tardará muchos años en erradicarse.

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El estudio Discriminación Estructural y Desigualdad Social, publicado por la Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) en 2017, revela que, a pesar de los avances en materia de derechos, la discriminación de género en el ámbito laboral aún es una realidad en nuestro país.

La participación de las mujeres mexicanas en el mercado de trabajo se ha incrementado lentamente, pero aún se encuentra por debajo del promedio OCDE que es de 67% y de otros países que son referente de mayores avances en este tema, como Chile, donde la tasa es de 66 por ciento; Colombia con 63 por ciento, y Estados Unidos, en donde la participación económica de la mujer es de 68 por ciento, de acuerdo con el  World Economic Forum.

Brecha salarial

Uno de los aspectos que evidencian esta desigualdad entre hombres y mujeres es la diferencia de remuneración. 

De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad, la brecha salarial de género se define como la diferencia entre la media de ingresos entre hombres y mujeres, con relación a la media de ingresos de los hombres.

En México, con posiciones ocupacionales y escolaridad similares, los hombres reciben en promedio un ingreso laboral por hora trabajada 34.2% mayor al de las mujeres, según el reporte difundido por la Conapred.

¿Por qué existe la brecha salarial entre hombres y mujeres?
 
En primer lugar, tenemos que los puestos de dirección y control de las empresas, aquellos que en consecuencia están mejor remunerados, están ocupados principalmente por hombres.  

Las mujeres siguen enfrentando obstáculos para su participación en el trabajo remunerado y absorben de forma mayoritaria la carga de trabajo no remunerado, incluso cuando tienen un empleo.

 
Además, debido a las interrupciones en su vida laboral, derivadas de las funciones que se le asignan en el espacio privado, las mujeres tienen menos posibilidades de acumular antigüedad en el empleo, debido a las interrupciones en su vida laboral; antigüedad necesaria para su jubilación que les proporcionaría una vejez digna.

Un largo camino por recorrer

De los 144 países estudiados por el Foro Económico Mundial (WEF) en su Reporte de Brecha de Género de 2017, México descendió 15 posiciones, para ubicarse en el lugar 81 del ranking. En 2016 el país se encontraba en el lugar 66.

En este reporte el WEF la brecha económica de género considera como indicadores la participación de las mujeres en la fuerza laboral, la igualdad salarial y el liderazgo profesional.

El Foro Económico Mundial estableció un marco de tiempo específico para resolver este problema a nievl global, que estima será de 217 años.

Ningún país ha cerrado por completo su brecha económica de género; sin embargo, 13 naciones, se han acercado al reducir ésta en un 80 por ciento.

De acuerdo al estudio, Islandia es el país que más se acerca al punto ideal de igualdad de género con un puntaje de 0.878, donde el puntaje es de 0 a uno, donde el puntaje más alto posible es uno (paridad) y el puntaje más bajo posible es 0 (imparidad).

kgb