¿Qué es la incertidumbre y cómo puede afectar a la economía?

Nadie sabe si el día mañana la bolsa de valores caerá o si marcará nuevos máximos históricos, o bien si la inflación finalmente cederá. Al respecto, el famoso economista británico John Maynard Keynes solía decir que lo inevitable nunca sucede, siempre viene lo inesperado. 

En años recientes, diversos fenómenos como las crisis económicas o los episodios inflacionarios han incrementado los niveles de una variable pocas veces comprendida y muchas veces olvidada, la “incertidumbre”. 

La incertidumbre es parte de la vida cotidiana y una característica fundamental de todos los agentes económicos, llámese gobierno, familias o empresas, a la hora de tomar decisiones. Por lo tanto, es de importancia relativa para el desempeño de la economía. En el corazón de la incertidumbre se esconde la frase: “Simplemente, no lo sabemos” que postulaba Keynes, pero ¿qué es la incertidumbre y cómo puede afectar a la economía? 

La incertidumbre en economía se manifiesta cuando los agentes económicos enfrentan dificultades para calcular o evaluar con precisión la probabilidad de los futuros escenarios de la economía, es decir, cuando no se cuenta con la certeza acerca de cómo se desarrollará el futuro. Saber si habrá recesión o no, si la inflación se desacelerará o subirá, se hace más difícil cuando el fantasma de la incertidumbre acecha. 

A diferencia del riesgo, la incertidumbre no se puede cuantificar de forma directa. Por ejemplo, el riesgo puede ser medido a través de probabilidades, lanzar una moneda al aire implica un 50 por ciento que caiga sol o águila, pero cuando de incertidumbre se trata los agentes económicos no pueden determinar la probabilidad de que un evento ocurra y esto la hace tan peligrosa, pues las decisiones económicas se pueden ver afectadas. 

Investigaciones recientes han descubierto que la incertidumbre afecta directamente a la demanda al reducir la producción, el consumo, la inversión y el nivel empleo, ya que las familias posponen sus decisiones de consumo, mientras que las empresas suelen suspender temporalmente la inversión y la contratación. Las variables financieras no se salvan, por ejemplo, el tipo de cambio suele depreciarse en estos escenarios. 

Si hay un nivel elevado de esta, ¿por qué se construiría una nueva fábrica? o ¿por qué las familias se endeudarían? En estos casos, los agentes suelen hacer una pausa hasta que la incertidumbre se despeje. 

Algunas formas de medirla se basan en el cálculo de la volatilidad de los rendimientos de las acciones o de variables económicas, pero más recientemente se crearon técnicas de conteo de palabras en notas periodísticas, mejor conocidas como minería de textos, que busca capturar el sentimiento de la incertidumbre que perciben los especialistas. Uno de los más famosos indicadores es el EPU, Economic Policy Uncertainty (Índice de Incertidumbre de la Política Económica) creado por economistas de la universidad de Stanford. 

De acuerdo con el EPU, la incertidumbre en México se ha mantenido alta en fechas recientes, no obstante, se ha disparado más en los escenarios de crisis económica como las de 2008 y 2020, aunque también se ha incrementado por los cambios en las políticas económicas, elecciones, guerras y catástrofes naturales. En enero, el índice se situó en los 105 puntos, muy por arriba del promedio histórico de 64 puntos. Esto ha dificultado la tarea de los responsables de la política económica para tomar decisiones y pronosticar el futuro de la economía. 

Los bancos centrales se enfrentan al desafío de tomar decisiones de política bajo incertidumbre con base en conocimiento imperfecto y evolutivo. Actualmente, tienen el difícil reto sobre el futuro de las tasas de interés, esto se ha reflejado sobre las probabilidades para la tasa de interés de la Fed en 2024, pues las apuestas por cuál será la tasa terminal al cierre de año no son muy claras. 

¿Será la incertidumbre la pieza faltante en el rompecabezas para entender muchos de los fenómenos económicos? Es claro que esta variable ha sido muy olvidada por los especialistas, pero no podemos dejar pasar que lo inesperado suele tener efectos significativos. Para Alan Greenspan, expresidente de la Reserva Federal, la incertidumbre no sólo es un rasgo importante del panorama de la política monetaria, sino que es la característica que la define. Quizá lo único realmente cierto en la economía es la incertidumbre. 

Pero no todo es tan malo como parece, en las trincheras de los bancos centrales, se desempeña un papel crucial en proporcionar información clara sobre sus futuras acciones, ofreciendo así un sentido de calma tras la tormenta, con una herramienta mucho más poderosa, la comunicación.

Por: Alejandro Rodríguez, analista en llamadinero.com 

Jbf