¿A qué grado podrían afectar los aranceles de Trump?

CIUDAD DE MÉXICO.- Pero será difícil de proyectar lo que ocurrirá si la trayectoria incremental de aranceles con las que Donald Trump ha amenazado a México se lleva a cabo en el corto plazo. Muchos análisis han menospreciado el posible efecto de un arancel de “tan sólo” 5 por ciento sobre las exportaciones mexicanas. Razonan que es un monto que puede ser absorbido por los consumidores y/o empresas estadunidenses. Pero no es así de simple.

Muchas decisiones económicas, por ejemplo, en dónde establecer una fábrica o dónde importar maquinaria o vehículos, se toman “en el margen”. Esto quiere decir, por ejemplo, que la decisión de producir en, o importar de México, por parte de una empresa estadunidense, depende de un par de puntos porcentuales respecto de hacerlo en otro país, como Vietnam, Taiwán o China.

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Una ilustración puede simplificar el argumento: supongamos que una empresa estadunidense decidió poner su planta en México luego de calcular que tendría una rentabilidad de 18 por ciento, mientras que en Vietnam la rentabilidad es de 15 por ciento.

Si Trump impone aranceles de 5 por ciento, la rentabilidad de México podría caer hasta el 13 por ciento. Si eso ocurre, es probable que la empresa estadunidense decida desarmar su planta en México y llevársela a Vietnam. Toda. Completita. No es que se lleve 5 por ciento de la planta a Vietnam y deje 95 por ciento en el país.

Esto, en economía se llama solución de esquina. La economía no funciona de manera convexa y suave como nos enseñan en la escuela. La competencia económica en el mundo es tan ardua, que unos puntitos (cinco o más) pueden ser la diferencia para que una empresa invierta en México o para que decida importar la maquinaria de México o de Malasia.

Si Trump finalmente impone los aranceles y éstos se fijan en un punto entre cinco y 25 por ciento amenazado, entonces el impacto sobre la economía mexicana dependerá de cuánto duren estos aranceles. Si los gravámenes son temporales, entonces las empresas y los consumidores aguantarán el golpe y el daño será pasajero. Pero si los aranceles permanecen, entonces el efecto sobre la economía mexicana podría ser muy significativo.

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México se convirtió en el mes de marzo en el principal socio comercial de los Estados Unidos, superando por primera vez a Canadá, principalmente por un factor peculiar: las importaciones estadunidenses de bienes y servicios mexicanos se dispararon notablemente en el periodo enero-marzo. Anticipando, sin duda, la imposición de los aranceles, la demanda de Estados Unidos buscó evitar pagar esos tributos y disparó las compras de importaciones mexicanas provocando así un aumento en el déficit comercial que Estados Unidos tiene con México.

Nuestro país es el segundo mayor exportador de bienes y servicios hacia Estados Unidos, detrás de China, y es el segundo mayor importador de bienes estadunidenses después de Canadá. Somos su segundo mayor proveedor y segundo mayor cliente. Esto nos convierte en su principal socio comercial: una parte estratégica para la cadena de proveeduría y producción tan compleja que ha desarrollado la mayor economía del mundo en las últimas tres décadas y que le ha permitido reafirmarse como la más competitiva del planeta.

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Un arancel de 5 por ciento contra las importaciones mexicanas, además de todas las aristas comerciales, legales y diplomáticas que pueda tener, reviste una importancia crítica. Si es permanente o de vigencia prolongada o incierta, inhibirá la inversión y el comercio estadunidense hacia México de manera notable, dada la aguda competencia global por capitales y clientes. Dado que no sabemos hasta dónde y hasta cuándo llegarán los nuevos aranceles es difícil estimar el impacto puntual contra la economía nacional: pero no será nada, nada bueno.