Récord de recursos por fiscalización durante el segundo trimestre

CIUDAD DE MÉXICO.

En plena parálisis económica por el covid-19 durante el segundo trimestre de este año, el Servicio de Administración Tributaria no dejó respiro a los contribuyentes y recaudó un monto récord por actos de fiscalización.

La Secretaría de Hacienda reportó que, por auditorías practicadas a los contribuyentes, el SAT recaudó la cifra no vista de 188 mil 631 millones de pesos en el segundo trimestre del año, que casi cuadruplicó (3.7 veces) el monto obtenido en igual lapso de 2019.

Para alcanzar tal nivel de recaudación, el SAT ejecutó 21 mil 473 actos de auditoría en abril-junio y gastó 707.4 millones de pesos.

Incluso, el monto de abril-junio fue más del doble que el del primer trimestre (que también fue récord), periodo en que no hubo cierre de actividades económicas.

Estas cifras ocasionaron que el SAT alcanzara una tasa de rentabilidad sin precedentes por fiscalización en abril-junio, del orden de 266.7, lo que significa que, por cada peso invertido en fiscalizar, logró obtener 266.7 pesos en ingresos.

Por tanto, de no haber mediado las acciones de fiscalización, el desplome en la recaudación tributaria durante abril-junio habría sido peor de lo que se observó, que según Hacienda fue de 13.4% anual real. 

Durante mayo, un caso mediático de recaudación por temas de fiscalización fue el de Walmart, empresa que en el mes de referencia integró al fisco más de ocho mil millones de pesos.

BALANCE SEMESTRAL

En enero-junio de 2020, el SAT llegó también a una cifra histórica de ingresos por auditorías, por 269 mil 511 millones de pesos, monto semestral que ya superó cualquier año previo completo del que se tenga registro.

El SAT ha explicado en diversas ocasiones que el aumento de la eficiencia de la fiscalización se debe, en primer lugar, a que hubo una mayor coordinación de las distintas áreas de la institución, lo que ha permitido optimizar el uso de las herramientas administrativas y maximizar la cantidad de recursos posibles.

Y, en segundo lugar, argumenta que aumentaron los ingresos por auditoría porque “se eliminó el trato preferencial que había en sexenios anteriores hacia ciertos contribuyentes, y se está aplicando una revisión pareja en estricto apego a la ley”.

CAÍDA HISTÓRICA EN INGRESOS PÚBLICOS

El histórico desplome del PIB de 18.9% anual en el segundo trimestre por el covid-19 se vio reflejado en los ingresos del sector público federal, pues en dicho lapso también se observó la peor caída desde que se tiene registro, pese a los mayores recursos obtenidos por auditorías.

La secretaría de Hacienda reportó que durante abril-junio de 2020, meses del cierre de actividades no esenciales, los ingresos públicos federales totalizaron un billón 140 mil millones de pesos, lo que implicó una caída de 16.4% anual real, la tasa más alta desde que hay datos para un mismo periodo.

Los ingresos petroleros, con un desplome sin precedentes de 52.2% real en el segundo trimestre, fueron la principal causa del retroceso de los ingresos, a lo que se sumó que la recaudación tributaria cayó 13.4%, su mayor tasa de decrecimiento en un cuarto de siglo (desde el segundo trimestre de 1995).

Al interior de los impuestos, destaca que el Impuesto al Valor Agregado (IVA) se desplomó a una tasa tampoco vista de 20.3% real anual en abril-junio, en tanto que el Impuesto Sobre la Renta (ISR) se cayó 10.5% anual en el mismo lapso, inferior sólo al retroceso de 15.5% del segundo trimestre de 2009.

La caída en los ingresos vino a la par a que las metas para el segundo trimestre tampoco se alcanzaron, pues tuvieron una brecha histórica de 194 mil 310 millones de pesos o 14.6% por debajo de lo aprobado en la Ley de Ingresos para abril-junio.

Así, en el segundo trimestre se observó un boquete petrolero de 113 mil 989 millones de pesos o de 49.8%, en tanto que el boquete tributario fue de 115 mil 618 millones de pesos o 13.4%.

El IVA quedó 22.2% por debajo de su meta de recaudación de abril-junio, el ISR lo hizo en 6.5%, en tanto que el IEPS de gasolinas y diésel se quedó 24.5% por debajo de su meta de ingresos.

AMU