Un padrón universal podría proteger a gran escala a la población más vulnerable

CIUDAD DE MÉXICO.- Más allá del escaso margen fiscal y la falta de voluntad política, México tampoco cuenta con un instrumento eficaz para implementar un programa de apoyos a gran escala a familias y empresas que sean afectadas por emergencias económicas como la originada por el covid-19.

Por esta razón, es necesario que se establezca urgentemente un padrón universal de personas y empresas, mismo que incrementaría la capacidad de respuesta y resiliencia del país ante estos eventos, afirmó John Scott, investigador académico del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Explicó en entrevista que la crisis sin precedentes que vivimos, y que ya dejó un saldo de casi 70 millones de mexicanos en pobreza laboral (55% de la población), nos invita a debatir un nuevo contrato social para superar las nuevas carencias que agudizarán las históricas que ya traíamos (pobreza, desigualdad y precariedad laboral), y uno de esos pilares debe ser contar con un padrón único de personas y empresas cuyo eje debe ser el padrón fiscal del SAT.

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“Si se decidiera, hoy lo que podríamos hacer es apoyar a trabajadores y empresas formales vía registros del IMSS que fueron afectados, a la población más vulnerable en pobreza si retomáramos el padrón de Prospera, y a los actuales beneficiarios de los programas sociales. Pero nada más.

Toda la cantidad de trabajadores y empresas informales, que han sido las más afectadas, estarían por fuera de un eventual plan de apoyos porque no tenemos cómo rastrearlos. Si bien ha habido un esfuerzo por apoyarlos a través de microcréditos, claramente es insuficiente para el tamaño del problema”, dijo Scott.

INGRESO MÍNIMO

El funcionario se mostró a favor de la propuesta del ingreso mínimo vital y que éste pudiera servir como vehículo para que los afectados por la emergencia sanitaria se registren y formen parte de un eventual padrón universal, que debería ser complementado después por los registros del SAT, IMSS y diversos programas sociales.

“Hay académicos que han propuesto la idea que se haga un ingreso universal a toda la población y que luego generes en ellos obligaciones con el sistema fiscal para que de ahí derive el padrón universal. Hoy, por ejemplo, los informales tendrían todos los incentivos para inscribirse a ese padrón porque funcionaría, primero como un sistema de protección social ante esta crisis, y luego cuando salgamos ella y estén en la capacidad de contribuir con el fisco, lo hagan”, expresó.

Expresó, incluso, que ese padrón universal se podría usar para “convertir nuestro sistema fiscal en uno más en redistributivo, con el fin de cobrar impuestos desde cierto nivel de ingresos, y debajo de ese nivel no sólo no cobras, sino que incluso puedes dar transferencias”.

Expresó que la idea del ingreso mínimo debe estar acotada a la población más afectada por la pandemia, con el fin de que su costo sea acorde a las actuales capacidades fiscales del país, y debe ser financiada o bien con deuda o con la reorientación del gasto que pueda considerarse no prioritario para enfrentar la crisis, como lo puede ser la suspensión de algunas obras del gobierno.