A inicios del 2020, cuando la pandemia por COVID 19, lamentablemente obligó a un necesario confinamiento, Kellogg no dudó en ofrecer el apoyo y las medidas necesarias a sus trabajadores con el fin de salir adelante de esta crisis sanitaria.

 

Como empresa, lo primero que hizo fue establecer una serie de protocolos en sus operaciones de venta y de manufactura como el trabajo remoto con el equipo encargado del área administrativa.

 

Gracias a su buena comunicación entre áreas, lograron alinearse a una estrategia que promoviera el cuidado entre todos sus colaboradores.

 

Una de las primeras acciones que implementó como empresa fue el trabajo en casa de toda Latinoamérica en cuanto al área administrativa. Las plantas siguieron operando, siempre con los protocolos de seguridad necesarios para resguardar el bienestar de los trabajadores y sus familias.

 

“Para nosotros, lo más importante son nuestros colaboradores y sus familias, por ello, los trabajadores de nuestras platas de elaboración de alimentos, estamos hablando de miles de personas, , fueron equipados con insumos de protección, sanitización, distintos horarios laborales y medidas de sana distancia”, comentó Nicolás Amaya, director y presidente para Kellogg Latinoamérica.

 

Las 10 plantas de elaboración de alimentos en Latinoamérica y las 4 que operan en México, en Baja California, Estado de México, Nuevo León y Querétaro continuaron con sus labores de manera segura y con la sanidad requerida, de forma ininterrumpida. Las instalaciones fueron adaptadas desde el lugar de ingreso a la planta hasta las zonas comunes de sus instalaciones.

 

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Se crearon espacios de sanitización y desinfección de objetos personales. En cuanto al transporte de trabajadores, se brinda un servicio especial para quien lo quiera y llegue de manera segura a sus centros de trabajo.

 

Tanto dentro como fuera, las normas de seguridad se respetan por parte de la familia Kellogg. En caso de síntomas o sospechas, se informa de inmediato al líder del área.

 

“Estas acciones, aunadas a los programas enfocados en el bienestar físico y mental de los colaboradores, han sido nuestras mejores herramientas en tiempos de contingencia para poder asegurar alimentos disponibles en más de 20 países de la región, garantizando su abasto aún en los momentos más difíciles de la pandemia”, aseguró Nicolás.

 

Los procesos de Kellogg continúan con sus mayores estándares de calidad con el fin de que los cereales y otros alimentos que elabora lleguen a los hogares de sus consumidores.

 

Además, durante tiempos de pandemia se ha conseguido colaborar en el entorno, principalmente en donde ha surgido mayor necesidad, a través de donativos en efectivo y en especie en comunidades vulnerables tanto de México como de otras localidades en Latinoamérica.

 

Como compañía, en Kellogg seguirán aportando las herramientas y los protocolos básicos para ofrecer seguridad a sus colaboradores. Todo ello como pieza clave para seguir adelante con el trabajo que se ha logrado hasta ahora y continuar con el abasto ininterrumpido de su portafolio aún en tiempos difíciles como el que estamos atravesando con la pandemia.

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