Perspectiva negativa: Se deterioran las notas de riesgo crediticio de Pemex

Este fin de semana, la agencia Moody’s Investors Service mantuvo la calificación crediticia de Petróleos Mexicanos (Pemex) en B1; sin embargo, la perspectiva de la empresa pasó de estable a negativa, debido a que no ha podido mejorar su desempeño financiero.

Esta es la segunda vez en una semana que la empresa del Estado recibe una mala nota por parte de las agencias, pues hace unos días Fitch Ratings redujo sus calificaciones de a B+ desde BB- debido al “débil” desempeño operativo de la petrolera y los múltiples accidentes, como el reciente incendio de una plataforma.

Para Moody’s la perspectiva negativa de las calificaciones de Pemex tiene que ver con la falta de cambios fundamentales en su estrategia de negocio.

“Es probable que la compañía enfrente mayores riesgos crediticios, debido a su incapacidad de aumentarlas inversiones de capital y de mejorar su desempeño financiero y operativo, como resultado de las restricciones de liquidez”.

Del mismo modo, la calificación tiene que ver con la expectativa de que la empresa seguirá registrando un flujo de efectivo negativo, además de que mantendrá la necesidad de grandes sumas de financiamiento de los mercados internacionales, esto debido a los malos resultados y constantes pérdidas en su negocio de refinación, lo cual se suma a los grandes gastos por intereses y el vencimiento de su deuda hacia 2025.

Cabe mencionar que la calificación B1 que mantuvo la agencia toma en cuenta el importante apoyo del gobierno en caso de necesidad. Moody’s considera que el gobierno, según lo prometido, seguirá financiando las necesidades de efectivo de Pemex en 2023 y 2024, además de ayudarla a cumplir con el pago de sus amortizaciones de deuda de cuatro mil 600 millones de dólares en 2023, 10 mil 900 millones en 2024 y cuatro mil 900 millones de dólares en 2025”.

Otro de los puntos que destaca Moody’s es la falta de medidas o acciones que reduzcan su exposición a los riesgos ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés).

Por Nayeli González