Uso de energías limpias en México, cada vez más lejos

CIUDAD DE MÉXICO.- En el mundo ya se busca una descarbonización, es decir, reducir el consumo de combustibles fósiles para generar energía e incrementar el uso de la producida con tecnologías limpias, con lo cual se están creando nuevos nichos de negocios, cuyo valor agregado será las cero emisiones.

Pese al potencial natural con el que cuenta México, el gobierno federal mantiene una política que va encaminada a dar un mayor impulso al uso de los hidrocarburos, principalmente el combustóleo, para la producción de electricidad, lo cual dejará al país y a sus empresas productivas aislados de la evolución que ha comenzado en el mundo.

Industrias que van desde el sector automotriz con los vehículos eléctricos, así como las petroleras internacionales que ya buscan evolucionar a empresas de energía han comenzado a invertir para alcanzar estas metas e integrarse a una economía verde.

En el caso del sector petrolero, compañías como Saudi Aramco, Shell, Total, Chevron, ENI, Repsol, Equinor, YFP y BP, entre otras, han acelerado sus planes para incursionar en las energías renovables, pues el desplome en la demanda de hidrocarburos y la caída de sus ganancias durante la pandemia les han demostrado la tendencia que se está desarrollando en el mercado y que va encaminada a reducir el uso de combustibles fósiles.

En contraste, Petróleos Mexicanos (Pemex) no contempla la posibilidad de convertirse en una empresa energética, pues tanto su plan de negocios, como la política energética del gobierno federal van encaminados a maximizar la oferta de combustibles fósiles, principalmente con la construcción de la nueva refinería.

Para el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), la actual política energética de México agudiza las causas de la crisis climática.

La administración actual ha pedido a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) incrementar el uso de combustóleo y carbón, a pesar de los gravísimos impactos sociales, económicos y ambientales.

Debido a esto, se espera que México no pueda alcanzar los objetivos del acuerdo de París de que 35% de su generación de electricidad, hacia 2024, provenga de tecnologías limpias.

Compromiso

Ternium implementa una ruta de descarbonización, planea reducir sus emisiones de dióxido de carbono en un 20% para 2030.
BP y Cemex acordaron un memorando de entendimiento para desarrollar soluciones para descarbonizar el proceso de producción y transporte de cemento hacia 2050.
Con la descarbonización, como parte del combate al cambio climático, se busca evitar un aumento superior a los 1.5°C en la temperatura del planeta.
El 70% de las emisiones globales provienen del transporte, la industria y la energía.

PROCESO GRADUAL

Fernando Tovar, CEO de Engie México, explicó que la descarbonización es un proceso gradual para dejar de consumir combustibles fósiles o usar aquellos que producen menos gases contaminantes.

"Tenemos que ir cambiando a energías verdes y en este proceso ya hay varias tecnologías que podemos utilizar”, como solares y eólicas, así como baterías, hidrógeno verde, entre otros.

Edilso Reguera, investigador del Instituto Politécnico Nacional, aseguró que la política energética de Joe Biden, presidente de Estados Unidos, busca aumentar la producción y consumo de energías renovables, por lo que tarde o temprano México deberá alinearse a esos objetivos para alcanzar metas regionales.

Hace unos días, Leopoldo Rodríguez, presidente de la Asociación Mexicana de Energía Eólica, aseguró que las políticas actuales traerán consecuencias económicas en el futuro.

Estamos viendo la transición de grandes empresas petroleras a empresas de energía diversificada con énfasis en el desarrollo de energías renovables. Esto tarde o temprano se va a traducir en requerimientos para exportaciones o importaciones de otros países, se va a requerir un contenido verde o si no se cumple habrá aranceles.

Por: Nayeli González.