Clima de negocios en China

La semana pasada escribí sobre lo que puede suceder en las relaciones internacionales y en la economía global a raíz de la nueva actitud del gobierno de China. Era una visión macro de la situación. Hoy voy a bajar a nivel micro y a analizar el clima de negocios en China. Lo que se ve no es nada favorable.

La frase del presidente Xi de “a China no la van a bullear” deja claro el tono de la nueva relación entre las potencias. Va a ser entre iguales, con posturas firmes y con represalias.

En la geopolítica global se está transformando el mundo para regresar a un equilibrio con dos polos entre los que hay confrontación: China y Estados Unidos.

En la parte económica el entorno es también complejo. El que sean dos países donde su actividad económica no es independiente, sino todo lo contrario, complica la situación. El alto grado de integración y de dependencia hace que tengan que cooperar, al menos durante un tiempo.

Un proceso de desacoplamiento entre las dos economías puede ser muy complejo, con afectación a varios grupos de interés en ambos países y con muchas consecuencias adversas no previstas.

El grado de estabilidad en la cooperación o de necesidad de disociación va a depender de qué tanto se mantiene a nivel de las empresas el equilibrio cooperativo.

Dicho equilibrio se puede caracterizar por un clima de negocios en el que hay respeto a la inversión y a la actividad empresarial y que el gobierno respeta la ley. Estas características dan certidumbre a los negocios que hace Estados Unidos en China y viceversa.

Lo que estamos viendo es que se comienzan a violentar las características del equilibrio anterior.

Hay varios casos en años recientes de empresarios que no estaban alineados con el régimen que enfrentaban cargos por corrupción y terminaban en la cárcel.

Si bien la práctica anterior no es muy ortodoxa, se trataba de asuntos internos con una afectación acotada.

Los últimos nueve meses el gobierno de China ha cambiado su política para ejercer un mayor control sobre las Big Tech. No van a dejar que estas empresas sean un riesgo para su régimen como ha sucedido en otros países.

Una primera acción específica es en el caso del IPO de Ant Financial y sus secuelas. Pocos días antes la autoridad lo frenó. Menos de dos meses después iniciaron una investigación por prácticas monopólicas a la empresa relacionada Alibaba, que terminó con una multa histórica. El fundador de Alibaba, Jack Ma, ha desaparecido de la escena pública durante todo este tiempo.

Un segundo caso es el de Didi. Hace dos semanas hizo un IPO en mercados internacionales y días después de la colocación el gobierno chino inició una investigación por problemas de ciberseguridad en su plataforma y prohibió que se pueda descargar la aplicación en las tiendas virtuales.

Hay una afectación a los inversionistas
que me parece es una señal y no una coincidencia. El momento y la forma en la que actuó el gobierno indican que el que una empresa sea pública no la va a eximir de su control.

Estas acciones indican un posible rompimiento del equilibrio anterior y ponernos en la ruta de una disociación. Hoy hay un mayor riesgo político de invertir en China.