Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

8 Ago, 2020

¿Cómo vamos?

Hace cinco semanas escribí sobre la evolución de la pandemia tras la reapertura que inicio en mayo en Estados Unidos y en Europa. En junio no era claro lo que sucedería. En julio ya era claro que Estados Unidos estaba teniendo un nuevo brote de casos y que Europa estaba más controlado. Hoy hago un análisis de la evolución y pongo a México en el contexto actual.

Del julio a la fecha el promedio de contagios diarios medido por el promedio móvil de siete días sigue creciendo. Lleva casi todo este tiempo siendo superior a los 200 mil casos diarios y el acumulado ya llega a los 19.1 millones.

Este ya no es un problema focalizado. Las infecciones ya están dispersas por todos los continentes. Los datos revelan que el continente americano es el centro de la pandemia. De los diez países con más casos, seis son de este continente.

En número de casos por país, Estados Unidos tiene el liderazgo por mucho con poco más del 25 por ciento. En segundo lugar está Brasil con 2.9 millones de casos.

El país que viene creciendo mucho en casos y que por el tamaño de su población y por su nivel de desarrollo representa un gran riesgo es India.

Ya superaron los 2 millones de casos y tienen el mayor número de infecciones los últimos siete días. Si bien a nivel de casos por 100 mil habitantes sigue siendo bajo el potencial de crecimiento es preocupante.

La evolución en número de muertes es favorable y nos da evidencia que el virus ya se está tratando mejor. En promedio móvil de 7 días, el pico de muertes diarias fue en abril. Aunque hoy el número de nuevos casos diarios es casi tres veces el de abril las muertes diarias se han mantenido por debajo del máximo.

De revisar las estadísticas sobre el comportamiento de la pandemia en el mundo se aprecia que vamos mal. Hay muchos países en los que ha crecido el contagio y otros en los que se ha mantenido en control. Los datos de evolución también revelan que es un equilibrio delicado que se puede romper como está sucediendo en España.

 

 

La situación de México es la que se ha deteriorado de manera importante desde hace cinco semanas.

Hoy México es el sexto país en número de contagios y el tercer país en número de muertos. Si bien, nos tratan de convencer que en variables relativas no estamos tan mal, lo que nos dicen los números absolutos es otra historia. Estamos mal y no hay un buen manejo.

Viendo al futuro la situación preocupa. México adoptó el modelo de semáforos para ir abriendo la economía en los distintos Estados de país transfiriendo la responsabilidad a los gobernadores.

Los incentivos de este modelo son malos. Ya vimos hace unos días cómo del semáforo naranja nos querían mover a rojo y la jefa de Gobierno se inventó una categoría intermedia especial.

Este modelo de delegar privilegiando el interés local con respecto al interés nacional en el caso de Estados Unidos no funcionó. Lo que sucede en Florida, Texas, Arizona, California y Georgia, entre otros es producto de este modelo.

Por lo anterior, las perspectivas en México no son nada buenas. Espero equivocarme. Pero en un mes los casos se duplicaron, las curvas de contagio no ceden y estamos transitando por un modelo dudoso.

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