Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

13 Abr, 2024

Estructura de las exportaciones

Uno de los motores de la economía de México son las exportaciones. Tenemos que entender bien su estructura, porque esto nos permite entender algunas de las fortalezas y de las vulnerabilidades que tiene la economía de México.

Los datos de referencia para mi análisis de las exportaciones son los del cuarto trimestre de 2024. Nos revela que hay una alta concentración en dos niveles: geografía y sectores.

La narrativa básica sobre el comportamiento de las exportaciones es que se explican por el T-MEC y, recientemente por el fenómeno del nearshoring.

En cuanto a la dimensión geográfica se observa una alta concentración en pocos estados. Cuatro entidades tienen una participación superior al 10 por ciento. El común denominador es que están en la frontera norte. Son Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Baja California.

Otras tres entidades tienen una participación entre 5% y 10 por ciento. Dos completan la frontera norte (Tamaulipas y Sonora) y el otro es Guanajuato.

De estas siete entidades provienen poco más del 64% de las exportaciones de México. Son casi dos terceras partes del total. Esto quiere decir que 78% de las entidades del país exportan tan sólo un tercio del total.

Esta realidad explica el alto crecimiento económico durante este siglo en el Bajío y en el norte del país. Es algo muy bueno para estas regiones, pero a nivel nacional es uno de los factores que explican las brechas en el desarrollo regional.

En cuanto a los productos que exporta México, el primer dato relevante es que 90% son exportaciones de manufacturas. Esto confirma que nuestro país es una de las fábricas del mundo.

A nivel de sector productivo específico, poco más de 41% de las exportaciones son del sector automotriz. Una muy alta concentración en un sector.

Los tres siguientes sectores en relevancia son los de electrónicos (14.6%), productos eléctricos (6.5%) y el de petróleo y gas (5.1 por ciento). En el agregado, estos cuatro sectores representan poco más de dos terceras partes del total.

Esta alta concentración puede ser una fuente de vulnerabilidad para nuestra economía. Si en una negociación comercial se imponen restricciones a la importación de automóviles provenientes de México nos pueden afectar de manera muy importante.

El siguiente punto es entender el balance del sector externo. El diferencial entre exportaciones e importaciones es negativo, pero relativamente pequeño como proporción de la economía.

El detalle de los datos nos indica que el déficit comercial se explica fundamentalmente por la balanza petrolera. Esto implica que la parte de manufactura y de productos agrícolas tienen un pequeño superávit.

Si las exportaciones de México son por un monto muy importante y hay déficit quiere decir que también se importan muchos bienes. Nuestro país demanda muchos bienes del exterior, tanto de consumo, como intermedios y de capital.

Un buen ejemplo es el del sector agropecuario. Exportamos aguacate y jitomate, pero importamos trigo y maíz. Hay especialización y se aprovechan las ventajas competitivas.

Lo anterior nos lleva a un superávit que es mucho menor a las exportaciones. Esto no quiere decir que se debe evaluar al sector por este neto ni que sea algo malo.

La perspectiva de las exportaciones es positiva. No está libre de retos. Uno es lograr una mayor participación de las entidades del sur del país. Otro es diversificarlas para no depender tanto de un solo sector.

 

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