Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

11 Sep, 2021

Paquete económico, ¿qué nos espera?

En cumplimiento con la ley, en la semana se presentó el Paquete Económico para 2022. Se aprecian algunos aspectos positivos y otros no tanto. Lo que podemos esperar es un comportamiento de la economía en el que no hay una mejora sustancial.

Los datos de crecimiento hay que ponerlos en su justa dimensión. Si la referencia es el cierre de 2019, la caída de 2020 con el crecimiento de 6.3% para 2021 y de 4.1% para el 2022 nos deja en un rango de entre uno y dos por ciento por encima de la referencia.

Lo que se ve como un alto crecimiento hay que entenderlo como que en 2022 concluirá el proceso de recuperación de la economía. Hacia adelante nos queda el crecimiento, dadas las políticas públicas que se adopten.

Un aspecto positivo del paquete es la parte de las finanzas públicas. Se va a mantener un comportamiento similar al de años anteriores en el que el déficit y el aumento en el endeudamiento están controlados.

En la parte fiscal no se están promoviendo nuevos ni mayores impuestos, por lo que se mantiene la promesa. En la parte de gasto se ve un paquete austero.

En cuanto a partidas específicas del gasto en lo que corresponde a programas prioritarios se identifica que el más importante es el de adultos mayores con un presupuesto de 238 mil millones de pesos. El Presidente sigue con la misma prioridad que cuando empezó en la Ciudad de México hace dos décadas.

En cuanto a la parte de inversión, se presentan los proyectos prioritarios, que suman alrededor de 130 mil millones de pesos. Es un indicativo de que va a continuar una baja inversión pública y lo que ello implica para el crecimiento.

El manejo razonable de la parte de finanzas públicas lo llevan a la parte macro suponiendo un buen comportamiento de las variables financieras. La inflación la esperan en 3.4%, el tipo de cambio en 20.4, la tasa de interés en 5.3% y la producción de Pemex en 1.8 millones de barriles.

Es un comportamiento muy favorable el que se espera. Esto debido a que hay dudas sobre si la inflación aumentó de manera transitoria, si el Banco de México continuará aumentando la tasa y que la producción de Pemex no ha aumentado en años recientes.

El principal aspecto negativo del paquete es Pemex. Se plantea un escenario favorable de producción y con apoyos para mantenerla. Lo malo es que no se está dando una señal de cómo el gobierno va a enfrentar el problema que tiene con la empresa por su capital negativo de 10 puntos del Producto Interno Bruto.

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La estrategia de ir dando apoyos para que salga sin incumplir, eventualmente se puede volver una vulnerabilidad para la economía que genere incertidumbre.

No se aprecia en la lista de proyectos algunos que den valor a la economía. La excepción es el proyecto de desarrollo del Istmo de Tehuantepec.

Con poca inversión pública, y que además será poco productiva, se deja la carga del crecimiento a la inversión privada que no está viendo las condiciones adecuadas por parte del gobierno.

En conclusión, lo que podemos esperar es transitar sin sobresaltos en la parte macro, pero con un muy bajo crecimiento. No es lo que nos prometieron ni lo que necesitamos para México.

 

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